ADIÓS A UNA CHEF DE REFERENCIA

Muere Mey Hofmann

La cocinera ha fallecido este martes a los 69 años como consecuencia de un cáncer

Mey Hofmann, en el restaurante Hofmann Bistrot, este mes de enero.

Mey Hofmann, en el restaurante Hofmann Bistrot, este mes de enero. / periodico

FERRAN IMEDIO / BARCELONA

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Mey Hofmann no pudo recoger el premio especial de la Acadèmia Catalana de la Gastronomia 2016 la noche de este lunes. "Está enferma", se decía en los corrillos de invitados. Poco más se sabía. Fue su hija Silvia quien dio las gracias a los miembros del jurado y a los comensales. Un parlamento tan breve como sincero. Mey estaba luchando contra un cáncer que le diagnosticaron en enero y que se la ha llevado este martes por la mañana a los 69 años. Pocos sabían de la gravedad de su enfermedad, que ya le impidió acudir a la gala del Català de l'Any, donde nunca había fallado con sus creaciones. 

Los argumentos que esgrimió la Acadèmia para el reconocimiento resumen bien quién ha sido Hofmann, una figura capital de la gastronomía catalana, no solo por sus restaurantes (el homónimo, con una estrella Michelin desde el 2004, y los exitosos Taverna Hofmann y Hofmann Bistrot) y la pastelería que lleva su apellido, también convertida en una referencia en Catalunya, sino por su escuela, que ha formado a numerosos cocineros que hoy son referentes internacionales: los hermanos gemelos Sergio y Javier Torres (Dos Cielos), Jordi Esteve (Nectari), Arnau Bosch (Can Bosch), el pastelero Josep Maria Rodríguez, Aitor Zabala (mano derecha de José Andrés)...

"Mey Hofmann creó la escuela de hostelería en 1983, un momento en que la restauración no tenía ningún reconocimiento desde el punto de vista mediático, social y económico", recordaba Paco de la Rosa Torelló, portavoz de la Acadèmia en la entrega de premios, que también distinguió a Disfrutar como Restaurante del Año y a Arnau Bosch como Cocinero Joven.

TAN INFLUYENTE COMO DISCRETA Y ENCANTADORA

"Se rodeó de grandes profesionales para que los alumnos aprendieran materias tan complejas como la química culinaria o el derecho mercantil, una cosa insólita en aquellos tiempos, y además impartió idiomas como el inglés y el francés para que el alumno pudiera estudiar y aprender recetas de libros extranjeros o simplemente hacer estadías en restaurantes de Francia o Inglaterra", proseguía la nota.

La influyente pero discreta y encantadora figura de Hofmann, apasionada de su trabajo ("¡Mi vida es esto!", explicó en una entrevista a EL PERIÓDICO en el 2013), se debe a su formación: estudió Ciencias Económicas, arquitectura de interiores, gemología y diseño de joyas, y todas esas disciplinas se unían de alguna y otra manera en sus propuestas culinarias que empezó haciendo en casa y, al ver el éxito que tenía entre sus invitados, acabó convirtiendo en su profesión. Su legado sigue vivo en los centenares de alumnos (se calcula que unos 2.000) que siguieron sus enseñanzas.

"El equipo que creó hace años seguirá adelante con sus proyectos. Somos el reflejo de lo que nos enseñó y Sabemos lo que tenemos que hacer y, sobre todo, lo que no tenemos que hacer", ha asegurado a este diario una de las colaboradoras más próximas de la cocinera. Silvia, la hija de Mey Hofmann, se pondrá al frente.