Polémica en la fórmula 1

Pero mira quién habla

EMILIO Pérez de Rozas

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Por si no teníamos suficiente con el papelito que hizo y le hicieron hacer aAlberto Contadoren el Tour cuando atacó al saber que su amigoAndy Schleckhabía puesto demasiado ímpetu en el intento de ridiculizarle y falló un cambio, la ficción, el cinismo, la aparente honradez de la mujer del César se viste ahora de fórmula 1 y señala con el dedo acusador a la escudería Ferrari cuando nadie, nadie, nadie, en ese mundo de plástico, comercio, imagen, dinero y negocio, está libre, no ya para levantar la mano, sino de lanzar la piedra.

Como dijo el maestro, el profeta, el profesorJosé Miguel Echávarri, casi nadie al aparato, al Tour se va a ganar, no a hacer amigos. Es como las finales de fútbol (pensaría la bella Holanda, disfrazada de gladiadores): no se juegan, se ganan. Es por ello que parece una burla, una broma, que alguien que se juega la friolera de 300 o 400 millones de euros permita que uno de los suyos estropee el título a otro. Si se llama equipo (o escudería, que más da) es porque trabajan en equipo y compiten en equipo.Felipe Massasabe que, pasado el ecuador de la temporada, el número uno esFernando Alonsoporque, antes de Alemania, sumaba más puntos que él: 98 contra 67.

El problema de Ferrari es que se cree tan poderosa, tan manipuladora, tan italiana, tan pilla, que puede hacerlo a cara descubierta. Pudiendo utilizar la misma frase que empleó McLaren para decirle aJenson Button que ni se le ocurriese acosar aLewis Hamilton («afloja, que te puedes quedar sin gasolina»o«cuida tus frenos: se están sobrecalentando»), le dijeron aMassa, descaradamente, que se dejase pasar.«Mensaje entendido, ¿verdad?». Chulesco.

Pero, volviendo al cinismo más absoluto, resulta que, no solo el presidente de la FIA, sino, incluso, el presidente del Consejo Mundial, que dentro de unos meses juzgará este lance, es ni más ni menos queJean Todt, padre deNicholas(mánager deMassa) y el hombre que dirigía Ferrari cuando, en Austria 2002, le gritó por radio aRubens Barrichelloque se dejase pasar porMichael Schumacher. La orden, el grito, fue:«Felipe, tú no estás luchando por el título; Michael, sí; déjale pasar».

Si la F-1 exige seriedad, que empiece por ser seria y limpia.