opinión

Maldito 'Catenaccio'

EMILIO Pérez de Rozas

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Ellos son así. Y, cuando hablas con ellos, te dicen que jamás cambiarán, que no les ha ido mal siendo así y que lo llevan en la sangre. Roja, claro. Bueno, en la sangre no sé, pero en su ADN deportivo, fijo. Ellos siempre son resultadistas y prefieren jugar a la defensiva, a no perder, que a arrollar, que a lucirse, que a practicar un juego bello y bonito. Son lo que se llamaamarrateguisy ayer, mira por donde, perdieron uno de los títulos mundiales más grandes (cierto, tienen un puñado de ellos) del deporte mundial por correr conservadoramente, por creer que era mejor vigilar al de detrás que pensar en los de delante, que era mejor mantener elcatenaccio(quedar, simplemente, un puesto por delante deMark Webber) que aspirar a subir al podio. En definitiva, creyeron que quedando por delante del veterano australiano tenían suficiente cuando, ya en ese momento, estaba clarísimo que había que cambiar de táctica e ir al ataque, aspirar al podio o, como mínimo, cumplir con la segunda parte de la apuesta: quedar cuarto si ganabaSebastian Vettel, que, ya desde la arrancada, quedó claro que iba a arrasar.

Pero, claro, la parte latina, la parte mediterránea, caliente deFernando Alonsofue la perdedora en Ferrari. El calor del impetuoso nano asturiano no fue suficiente para cambiar el pensamiento de los rojos, que había construido el F-10 del español para correr a la defensiva, no para atacar. Y, cuando quiso superar aVitaly Petrovo a los que le precedían, no pudo, pues su coche carecía de la velocidad punta para esas gestas, impropias de deportistas italianos, impropias de alguien que prefiere ganar empatando, que era la propuesta roja ayer en Abu Dabi, que triunfar coronándose, como hizo la selección española en el Mundial de Suráfrica.