Bailar en Instagram, la última revolución de las mujeres iranís

"Si no puedo bailar, no es mi revolución": Maedeh Hojabri, así es la última joven iraní detenida por bailar en Instagram en Irán

Suben vídeos a las redes sociales en solidaridad con una joven detenida por bailar en la red social

Maedeh Hojabri baila en Instagram

Maedeh Hojabri baila en Instagram / periodico

María Aragón

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

"Si no puedo bailar, no es mi revolución". La frase de empoderamiento por excelencia la firmó la feminista Emma Goldman y todavía hoy colea contra la represión. Así de literal se lo tomó la joven Maedeh Hojabri, que utilizaba la red social Instagram para subir vídeos bailando y sin la cabeza cubierta, dos elementos de total desafío al régimen iraní. Había logrado más de 600.000 seguidores y disfrutaba de esa libertad virtual, hasta que el pasado viernes fue detenida. 

Teenage dancer, Maedeh Hojabri, was arrested in Iran. She used to record dance videos in her bedroom and upload them to her instagram with 600K followers.#مائده_هژبرى pic.twitter.com/3EDVR9veV3

Aunque fue puesta en libertad bajo fianza, la reacción no ha tardado de llegar. Las redes se han llenado de vídeos de mujeres iranís bailando en solidaridad con ella y como movimiento de empoderamiento ante un régimen que las oprime. 

#dancing_isn't_a_crime (bailar no es un crimen) es la etiqueta elegida para dar voz a estas mujeres, que tienen prohibido vestirse o bailar frente a hombres. 

La bloguera Hossein Ronaghi compartía un vídeo bailando y lamentando que se criminalicen estas acciones. "Si le cuentas al mundo que chicas de 17 o 18 años son detenidas por bailar, por ser felices y guapas mientras los violadores están libres, se reirán. Porque será increíble". 

"No nos pueden quitar la alegría y la esperanza".

Ellas son parte de un movimiento feminista que en los últimos meses lucha por acabar con la opresión que sufren a través de normas. Entre ellas, la de la obligatoriedad del velo islámico. Ya bailaron en las calles, en cualquier rincón de las ciudades, y por ello fueron detenidas decenas de ellas. Ahora lo hacen en las redes sociales, en la seguridad de sus casas, pero conscientes de que pueden provocar la prohibición de Instagram como ya ocurriera con otras aplicaciones similares.

Aunque algunas de ellas también han trasladado esta lucha a las plazas. 

No es la primera campaña que lanzan exclusivamente en las redes sociales. Ya en marzo utilizaron los miércoles y el hashtag #WhiteWednesdays (Miércoles blancos) para ponerse el velo islámico de color blanco, símbolo de la paz, y automáticamente quitárselo en señal de protesta.