GENTE CORRIENTE

Vanesa Travieso: "Llegar a decir sí o no de corazón te cambia la vida"

Organizadora profesional y discípula de Marie Kondo, también ayuda a construir más felicidad liberándose de sobrantes

zentauroepp38990787 barcelona 21 06 2017 contra  vanesa travieso es la primera o170704182932

zentauroepp38990787 barcelona 21 06 2017 contra vanesa travieso es la primera o170704182932 / JUAN LUIS ROD

3
Se lee en minutos
Carme Escales
Carme Escales

Periodista

ver +

'Serva ordinem et ordo serbavit te'. El adagio en latín –guarda orden, y el orden te guardará– enlaza directamente con el revolucionario método KonMari, el manual para desprenderse de lo que nos sobra que ha sabido propagar mundialmente la joven japonesa Marie Kondo. Cuando su libro 'La magia del orden' (Aguilar) cayó en manos de Vanesa Travieso (Vigo, 1975), que ya practicaba de niña el terapéutico arte del menos es más, quiso ir a formarse con la gurú del orden para tomar como oficio ayudar a ordenar hogares (www.ponorden.com). Convencida de que el orden conduce al éxito enfoca ese aprendizaje también para niños y adolescentes.

–¿Usted nació ordenada o lo aprendió? Toda mi vida he sido megaorganizada. De pequeña disfrutaba quedándome en casa ordenándolo todo. Mi madre trabajaba como enfermera en el turno de noche en urgencias de un hospital. Nos enseñó a llevar siempre las uñas bien cortadas, la ropa limpia, era muy limpia, pero muy desordenada. Quizá era el cansancio, cuando llegaba a casa, tenía que descansar. A mí me encantaba limpiar y ordenar la cocina y toda la casa. Cuando el año pasado supe que ayudar a otras personas a ordenar era una profesión, primero pensé que era una broma, pero me abrió un nuevo horizonte profesional.

–¿Ya se vio creando www.ponorden.com? Sí, porque en noviembre del año pasado, la empresa en la que trabajaba fue comprada por otra y me despidieron. A principios de diciembre, mi marido me regaló el libro de La magia del orden de Marie Kondo, y a partir de ese día no paré hasta inscribirme en uno de los cursos que Kondo imparte.

–¿Dónde lo hizo usted? Fui a Chicago, tres días del pasado mes de abril. Éramos 80 personas de diferentes países, como Rusia, Arabia, Estados Unidos, Polonia, Noruega, Alemania y otros de Latinoamérica. De España éramos una chica del País Vasco, y yo, de Barcelona. Solo había dos hombres americanos y uno italiano, el resto, todo mujeres. 

–¿Qué sintió al conocer personalmente a Marie Kondo? ¿Sabes esas personas que tienen como una luz propia? Sonríe todo el rato, pequeñita, delgadita, feliz. Su presencia me impactó, desprende un carisma especial.

–¿Cuál es la verdadera magia del orden? Aprender a decir sí o no. Y no solo a la ropa, muebles, libros o sartenes, también a trabajos, a relaciones, a amistades tóxicas. Cuando te liberas de lo que no te proporciona alegría, te sientes más feliz. Esa es la magia. Eres más feliz cuando logras decir sí o no. Llegar a decir sí o no de corazón te cambia la vida. De repente eres mucho más positiva, más generosa, te liberas. Yo aprendí que con el orden llega más paz.

–Y se gana espacio... Tiene ventajas prácticas, sabes dónde están las cosas, las dejas más accesibles, no pierdes tiempo en buscarlas, y piensas más si las necesitas o no. Vivir con menos, solo con lo que quieres, es vivir en armonía.

Noticias relacionadas

–Ahora convenza a un niño o niña de hoy de que un juguete es suficiente. Transmitirles desde pequeños el valor del orden, la organización, la limpieza, la generosidad hacia los demás y el que tomen decisiones conscientes sobre sus cosas es una inversión en ellos. Desde que mis hijos son muy pequeños han ido deshaciéndose de juguetes para darlos a otros niños, igual que su ropa. Ellos siempre han de ser partícipes de ese descarte, hay que hacerlo con ellos como parte del aprendizaje.

–Llegar al adolescente es otro gran reto. Pasa por mostrarles el beneficio. La organización y el orden mejoran la capacidad de organizar sus tareas, la concentración, el positivismo, la generosidad y la felicidad. Y reducen la ansiedad. Es el mensaje que deseo llevar a institutos y escuelas.