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Jordi Mas: «Quique tiene el don de hacer vibrar al público»

Dos de los artistas del aclamado espectáculo 'Mur' explican cómo han conseguido superar la etiqueta de circo social.

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zentauroepp39974571 quique maltas contra contraportada170915185623 / RICARD FADRIQUE

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Gemma Tramullas
Gemma Tramullas

Periodista

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Quique Maltas pedalea en una bici sin manillar en las instalaciones de la Associació de les Arts del Circ Cronopis, una de las entidades que ocupan el antiguo taller Can Fugarolas de Mataró. A sus 29 años, es la estrella de 'Mur', un espectáculo sobre la superación de los límites físicos y mentales que protagonizan personas con distintas capacidades. Con Jordi Mas y el resto de miembros de la compañía Cia³, ha seducido al público en Madrid, Terrassa y Tàrrega. En diciembre actuarán en el Teatre Nacional de Catalunya.

–¿Cuándo empezó a hacer malabares?

–Quique Maltas: Empecé con las mazas y las pelotas hace mucho tiempo.

–¿Quién le enseñó?

–Q.M.: Nadie. Aprendí viendo vídeos y practicando yo solo en casa. En 'Mur' hago malabares con cuatro pelotas, tres mazas, diábolo y beatbox [base rítmica hecha con la boca].

–Jordi Mas: Ha conseguido clavar un ejercicio que consiste en tirar una pelota hacia arriba y colocársela en la nuca. A mí me sale una de cada tantas veces y en cambio él la clava. Además se maneja bien con el trapecio y andando sobre el cable.

–Al público le encanta.

–J.M.: Ver a una persona con síndrome de Down haciendo malabares o a sus compañeros, que tienen otras dificultades, subiendo al mástil o haciendo equilibrios, crea una empatía con el público que juega a favor suyo. Pero Quique va más allá. Tiene el don de hacer vibrar al público y metérselo en el bolsillo. He aprendido mucho de su manera de estar en el escenario.

–Los dos forman parte del Circ Bombeta. ¿Es mejor ensayar en grupo que solo en casa?

–Q.M.: Podría hacer malabares durante horas sin parar, pero durante los ensayos a veces me canso. Pero me gusta más cuando estamos todos juntos: Manolo, Sergi, Oriol, yo y Jordi, que es muy guapo. 

–Sí que lo es.

–Q.M.: ¡Y tú más! [risas].

–J.M.: El Circ Bombeta es un grupo de inclusión que nació a raíz de un taller que empezamos a hacer hace nueve años. Al principio no sabíamos si se apuntaría alguien, pero hicimos un espectáculo de fin de curso y empezaron a pedirnos que lo lleváramos a centros cívicos, festivales de circo y fiestas mayores. Hicimos un proceso de creación y estrenamos en Navidad sin saber si tendría continuidad.

–¡Pues han logrado llegar hasta el TNC!

–J.M.: Nunca hemos perseguido un objetivo concreto, pero estamos muy contentos con el resultado. Ya nos están reservando bolos para el año que viene.

–Deben ser la única compañía de circo catalán que no se queja de la falta de bolos.

–J.M.: Incluso hemos tenido que decir que no a algunas propuestas. De momento hemos decidido no coger más de 10 o 15 bolos por temporada, para ver cómo va el ritmo de la compañía.

–[Quique deja la conversación para seguir practicando con las mazas y las pelotas] 'Mur' es un espectáculo que funciona al margen de la etiqueta de circo social. 

–J.M.: El director, Nacho Flores, y el productor, Quim Aragó, querían prescindir de la etiqueta desde el principio. Las etiquetas están bien, porque te permiten llegar a cierto tipo de gente, pero me gusta la idea de que no estamos vendiendo circo social, sino un espectáculo. Puede parecer contradictorio, pero cuando practicas realmente la inclusión no hace falta decirlo.

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–¿Entonces usted también prescindiría de esta etiqueta en el caso de 'Mur'?

–J.M.: Creo que hemos hecho un espectáculo redondo y en realidad no haría falta. Yo con Quique tengo un trato de tú a tú y al final este es el objetivo último de la inclusión social.