José Jiménez: "Cuando estoy enfermo mis pájaros cantan menos"

Le llaman El Jamonero, pero no porque trabajara de tocinero hasta que se jubiló, sino por los numerosos jamones que ha ganado con sus pájaros cantores. José Jiménez Santiago (1940, Íllora, Granada) vive una plácida jubilación literalmente rodeado de pájaros y sus dulces trinos. Comparte su pequeño piso de la calle de Marte, en La Mina, con 30, además de con dos de sus hijos.

Media vida dedicada a los pájaros.

Fue hace 40 años. Había una sociedad en La Mina y a mí me gustaba ir a ver a los socios, sus pájaros y los concursos  de cante.

¿Cómo funciona un concurso de estos?

Se ponen todos los pájaros en sus jaulas  y se van eliminando hasta que quedan seis. De estos, el primero que canta y acaba la cantada se lleva el primer premio.

¿Dinero?

No, qué va.  Antes daban trofeos, pero ahora comida: salchichones, fuets y jamones.

Por eso le llaman a usted Jamonero.

Sí. Y también tuve un pájaro, que fue el campeón de Catalunya y ganaba muchos concursos, al quee llamábamos Jamonero. Lo enterré en el parque del Besòs.

No deben vivir mucho.

Entre 12 y 14 años, según los trates.

¿Qué especies tiene?

Caderneras, pardillos, verdunes...

¿Y son caros?

Uno bueno puede costar hasta 20.000 euros. Si ya ha mudado, desde 50 euros. Y también hay quien paga 2.000 euros.

Me parece una barbaridad.

Es que tener un pájaro bueno es como tener un buen caballo. Los quieres mucho. Sientes mucho orgullo con él, cuando los llevas a los campeonatos. Hay gente que si cantan bien, les ponen nombres como Messi o Cristiano. Aveces hasta te los pueden robar. Una vez me entraron en casa, por la galería, y se llevaron 10 jaulas. No es extraño que si vas por la calle con la jaula te la quiten. 

Es verdad que a veces veo a gente en las plazas con jaulas. ¿Los sacan a pasear?

Es bueno sacarlos y que les de el aire. También va bien ponerlos al lado unos de otros para que escuchen cantar. Aquí en La Mina y en Cornellà nos juntamos muchísima gente. Hay hasta correas para llevar varias jaulas juntas. Yo he llegado a sacar 16, ocho en cada mano, con unas correas especiales. Hay de todo, jaulas y también fundas. Las mías son todas distintas. Me sirven para identificarlos. Hay mucho material para pájaros.

Deben ensuciar en casa.

Bueno, a veces el alpiste. Mi hija se queja, pero sabe lo que me gustan los pájaros. A mi mujer, que falleció, no le gustaban. Al principio, le tuve que decir que me los regalaban, en lugar de que los compraba.  Hasta que se acostumbró.  Una vez, hace años, me fui a Andalucía, donde hay mucha tradición, y me traje 500 pájaros que vendía aquí. Ahora no se pueden vender. Hay que hacerlo a escondidas. A mí una vez me pillaron.

Ostras.

Fue aquí, en SantAdrià, en el mercadillo. Los Mossos d’Esquadra me denunciaron y me quitaron 20 pájaros. Me vino una multa, pero presenté una instancia.Al final me llamó el juez. Cogí una bolsa en la que metí ropa vieja y fui al juzgado. Le dije que quería ir a la cárcel para pagar la multa.  «¿Pero cómo le voy a meter en la cárcel por unos pájaros?», me dijo. Y me dejó ir. Me salió bien.

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¿Los pájaros interactúan con las personas, como los perros o los gatos?

Y tanto. Si entra usted en la galería se pondrán a revolotear porque no le reconocen. Conmigo no lo hacen. Y si estoy enfermo, mi hija se encarga de darles comida y agua. Pero entonces me echan en falta y cantan menos. Ytambién les gusta ver y oír la tele.