Ricard Almazán: "He dado la vuelta al mundo buscando tráileres"

Hay personas que tienen la suerte de dedicarse a lo que les gusta, no solo eso, de mirar atrás y ver que han tenido la suerte de hacerlo toda la vida, como Ricard Almazán. Hablamos de cine. Empezó programando cine clubes cuando era adolescente, y hoy, con 53 años, es director y responsable de programación de los Cines Texas de Barcelona y Las Vegas de Figueres. Dicho lo cual, el tema aquí es su debilidad por los tráileres y la colección de 4.000 que atesora en su casa. "Este vicio lo tengo yo solo. Hay gente que colecciona tráileres, pero no a lo grande, como yo".

-Dígame, ¿cómo empezó?

-Pues mire, empecé porque una película ocupa mucho espacio, mientras que un tráiler es más manejable. El coleccionismo de películas, cuando ya tienes 15 en casa, tu madre te dice: "O las películas o tú".

-Hablamos de 35 milímetros, claro.

-Claro. Iba a las cabinas de proyección de cines antiguos a ver qué podía conseguir. El Bohemio, el Galileo… Poco a poco me fui especializando en el tema.

-¿Lo cogía todo?

-No, la verdad es que siempre he coleccionado un tipo de tráiler en particular. Digamos… Tráileres de películas no especialmente comerciales.

-Una colección de 4.000 tráileres no se hace solo visitando viejas cabinas…

-No, claro. He dado la vuelta al mundo buscando tráileres. Aquí en España no es tan extendido, pero en ciudades como Los Ángeles, Nueva York, Londres o París es muy habitual. Hay ferias, hay tiendas especializadas, conoces gente, haces contactos…

-¿Qué hace con ellos? ¿Verlos en su casa?

-Sí, los veo en mi casa, pero no solo eso. He hecho varios festivales de tráileres, dos horas de tráileres, imagínese, una locura. Por directores, por temáticas, por géneros… Puedes hacer un relato propio a base de tráileres.

-¿La gente responde?

-Y tanto. Habrá quien diga: "Dos horas de tráileres, qué pereza…" Pero no. Tenía mucho éxito. A través de los tráileres a la gente se le despertaba el apetito por ver películas que no había vuelto a ver.

-¿Por qué habla en pasado?

-Porque ahora todo es digital y no me interesa. Los tráileres de ahora te cuentan toda la película. Para mí, un buen tráiler es el que no te dice nada de la película pero te despierta las ganas. Recuerdo en el año 2000 una feria en Los Ángeles, todo el mundo vendiendo tráileres. Hoy todo está a la mano, pero entonces no tenías nada, tenías que buscarlo.

-¿Cuáles son sus tráileres favoritos?

-Pues mire, haciendo esos festivales me di cuenta de que el tráiler que tenía gracia no era el original sino el que se había estrenado aquí doblado. Por ejemplo el de 'Rocky', con la voz de Constantino Romero. Algunos se han vuelto casposos, sí, pero qué gracia tienen.

-Quiere decir que es una cuestión de nostalgia.

-Sin duda. El doblaje que se hacía aquí en Catalunya era grandioso. Escuchar a Ricardo Solans doblando a Sylvester Stallone es increíble. Hay una generación a la que educaron escuchando esas películas, escuchándolas dobladas, y la gente al ver los tráileres siente eso, nostalgia. Es algo muy vintage.

-Hábleme de uno, un tráiler que le guste especialmente.

-Le diría que el tráiler de 'Psicosis', en el que el propio Hitchcock te presenta la película. O el tráiler de 'Los 10 mandamientos' presentado por Cecil B. Demille. Ese tipo de cosas ya no se hacen.

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-Entonces, el tráiler moderno…

-… no me dice ni fu ni fa. Igual que el cine moderno no me dice ni fu ni fa. Antes era muy fan del cine francés, del cine italiano, me decían mucho. Ahora es muy difícil encontrar cosas que te digan algo.