«Trump es visto como una oportunidad para rebelarse»

Barcelonés de 23 años, Marc DiFrancesco se marchó a Nueva York a estudiar actuación y allí se está abriendo camino; de momento, como extra en series de renombre

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«Trump es visto como una oportunidad de rebelarse»_MEDIA_1 / CHRISTIAN PERRET

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Mauricio Bernal
Mauricio Bernal

Periodista

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Nacido en Barcelona hace 23 años, Marc DiFrancesco supo muy pronto -cuando tenía 11 o 12, recuerda- que quería ser actor. Tiene ventajas saber esas cosas tan joven. En su caso, le permitió empezar a formarse mucho antes de ir a estudiar a EEUU. Ahora está allí, con los estudios terminados, un actor catalán abriéndose camino en la dura, inclemente, pero también llena de oportunidades Nueva York. De momento, trabaja como extra en series de televisión y actúa en obras de teatro. Es el comienzo. Solo el comienzo.

-Cuénteme ¿qué series?

-Pues… varias, por suerte. 'Orange is the new black', por ejemplo. 'Bull', 'Friends from college', 'The Breaks', 'Gypsy', 'Difficult people'… Algunas son de Netflix, otras de CBS, o de FX, o de NBC…

-Estupendo, ¿no?

-Sí, estoy trabajando mucho en el mundo de los extras. Justo al graduarme trabajé en un par de obras de teatro pero sin cobrar, entonces, claro, me tuve que plantear qué hacer para ganar dinero mientras hacía obras de teatro sin cobrar. Llegué a pensar en trabajar ilegalmente en algún bar, hasta que un amigo me recomendó ir a una agencia.

-Espere, ¿es legal que trabaje de extra e ilegal que trabaje en un bar?

-En mi caso sí. Tengo un visado que se les da a los que han estudiado dos o más años aquí. Te permite trabajar legalmente en lo que estudiaste, pero sólo en lo que estudiaste.

-Recuérdeme, ¿dónde estudió?

-Estuve en dos escuelas, primero en la American Academy of Dramatic Arts… Estuve allí un año y luego me cambié a la segunda: el Stella Adler Studio of Acting.

-Sigamos con sus trabajos de extra. ¿Fue sencillo? ¿Le fue bien con esa agencia?

-Pues sí, esa misma tarde me llamaron diciendo: «Necesitamos gente para 'Orange'…», y a partir de ahí me llamaron cinco o seis veces. Lo que se llama un extra regular: los que salen en más de un capítulo. No sabía que así iba a empezar. Pero quién lo sabe. Con respecto a España es otro planeta.

-¿Qué quiere decir?

-En España por 50 o 60 euros brutos te tienen ahí todo un día, algunos incluso trabajan gratis, solo por estar cerca de sus ídolos. Aquí eso es impensable; según cómo, te puedes sacar unos 2.000 dólares al mes. Yo conozco gente que solo trabaja de eso.

-Cosa que usted no va a hacer, ¿o sí?

-No, estar en el mundo del extra yo lo veo como hacer de becario. Me permite estar en un plató profesional con 200 personas y ver cómo se trabaja, aprender de actores de primerísimo nivel, todo esto aparte de cobrar. Es una buena manera de empezar.

-¿Siguió haciendo teatro?

-Claro, era uno de los objetivos. En el mundo del extra no tienes que tener cualidades súper especiales: basta con que seas profesional en el plató. El teatro es otra cosa. Exige más. Hasta ahora he podido trabajar en media docena de montajes, más o menos, desde 'Las tres hermanas', de Chéjov, hasta una obra de Harold Pinter, 'Traición'.

-¿Cómo es Nueva York para un actor que empieza?

-Hay muchas oportunidades. En televisión, en cine y en teatro, sobre todo en teatro. Aquí viene gente de todas partes a estudiar. Hay audiciones abiertas, los Open Calls, donde puedes ir tú solo con tu foto y tu currículo y hacer una audición. En España es impensable, allí siempre vas por representante. Estamos hablando de que puedes hacer audiciones así en Broadway.

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-Tengo que preguntarle. Trump.

-Ah, sí. Verá, en el medio en que yo me muevo a Trump lo ven como una oportunidad de hacer crítica social. En vez de sentarse y resignarse, la gente dice: «Voy a escribir al respecto». Ya he visto un par de obras sobre Trump. En ese sentido es una oportunidad para rebelarse.