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Jordi Torrent: "Todo se relaciona, pero al final siempre soy yo, Jordi Torrent"

Es cantautor y acaba de editar su quinto trabajo, pero también es juez de paz en Montgat y vive de una empresa de pintura

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jcarbo45093761 jordi torrent180920131150 / CARLOS MONTAÑÉS

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Mauricio Bernal
Mauricio Bernal

Periodista

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Jordi Torrent es la tercera generación de una familia de pintores. Cierto. Jordi Torrent es juez de paz de Montgat desde hace 13 años. Incuestionable. Jordi Torrent es cantautor y ha editado cinco discos. Indiscutible. Jordi Torrent es poeta. Inequívoco. El poliedro, que en geometría es un sólido limitado por diversos polígonos, es el recurso retórico empleado para describir a las personas multifacéticas. Sea, pues. El poliédrico Jordi Torrent.

-A ver… ¿Con qué me quedo?

-La música. Yo soy músico. Regento esta empresa familiar que es la que me da de comer cada día, y también soy el juez de paz del pueblo, pero si me preguntan qué soy, contesto sin dudarlo que soy músico.

-El día se lo debe organizar muy bien.

-Bueno, lo importante es levantarte por las mañanas con la ilusión de hacer cosas. Mi soltería, mi forma de enfocar la vida… Supongo que también el hecho de tener el puesto que tengo en la empresa, o sea, mucha flexibilidad. Es lo que me da tiempo de hacer todo.

-Lo ha editado Picap. Hay nivel.

-He tenido mucha suerte, y estoy muy contento de trabajar con ellos. Son impecables. Primero me editaron ‘Rojo’ y ahora ‘Diptic’. En el medio publiqué ‘Tiempos modernos’, pero con otra discográfica.

-¿'Tiempos modernos'? ¿Algo que ver con Chaplin?

-Sin duda. Está inspirado en la película.

-Cuénteme, ¿y lo de juez de paz?

-La verdad es que eso fue un poco por azar. Yo había tanteado el Derecho, esas cosas que uno empieza pero nunca acaba. Y un día me dijeron: "Preséntate, prueba un par de semanas a ver qué pasa". Y ya ve. Trece años.

-Habrá sido por algo más que su tanteo con el Derecho. No cualquiera es juez de paz.

-Bueno, sí, claro, a ver. Yo soy una persona muy conocida en Montgat. Aquí he vivido toda la vida y adoro este pueblo. Me muevo mucho, conozco a mucha gente, políticamente no me manifiesto a favor de nada… Y no sé, los otros candidatos deben ser peores que yo, ¡porque siempre me reeligen!

-Debe ser gratificante, ¿no?

-Lo es. Mucho. Me produce una gran satisfacción solucionar un problema entre dos personas que por lo general conozco y evitar que tengan que ir a juicio.

-Todas estas personalidades suyas tienen en común la sensibilidad, ¿no? Hay que tenerla para hacer música, hay que tenerla para mediar…

-Claro que sí. Todo se relaciona con todo, pero al final siempre soy yo, Jordi Torrent.

-Supongo que cuando edita un disco hace presentaciones, no sé, una gira…

-Bueno, gira es mucho decir. Prefiero decir 'pack' de conciertos. Sí. Me encanta el escenario. Soy un burro, un animal de escenario, soy muy 'showman' y acabo sudado hasta la médula, dándolo todo.

-Y al día siguiente vengo aquí y le pido que pinte mi casa.

-Claro. De algo hay que vivir y yo he tenido la suerte de seguir con el negocio familiar. Mi abuelo se lo pasó a mi padre y mi padre me lo pasó a mí. ¿Sabe qué es lo curioso?

-Qué.

-Que los dos lo hicieron para dedicarse de lleno a pintar cuadros.

-¿Pintaban casas y también cuadros?

-Casas y todo tipo de cosas. Hacemos un tipo de pintura muy especializada. Y sí, también pintaban cuadros. Igual que yo. Ahí está la caja de pinturas.

-Este local está perfecto para hacer conciertos…

-Conciertos no he hecho, pero fiestas sí, y claro, al final de la fiesta siempre acabamos sacando los instrumentos. Siempre les digo a los vecinos que va a haber jaleo.

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-Lleva toda la vida haciendo música. ¿Qué haría si le llegara un éxito tardío?

-Bueno… A esta edad, cuando uno ya es una vieja gloria del rock, yo creo que algo así se lleva con calma. No me volvería loco. Si tienes un gran éxito a los 20 años tienes por delante una dinámica más longeva. A esta edad ya no.