LA DENUNCIA DE CARME TINTORÉ

Noches sin campanas

Vecinos de La Palma de Cervelló reclaman al rector que Santa Maria vuelva a marcar las horas

El campanario de la iglesia de Santa Maria de La Palma de Cervelló.

El campanario de la iglesia de Santa Maria de La Palma de Cervelló. / RICARD FADRIQUE

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MIRIAM GARCÉS

Los ruidos nocturnos son un motivo muy habitual de queja. Mucho menos frecuente es que se denuncie el silencio. Pero Carme Tintoré escribió a Entre Todos acerca de la iglesia de Santa Maria de La Palma de Cervelló (Baix Llobregat) no porque por la noche la desvelaran sus campanadas, sino precisamente por lo contrario, porque han dejado de acompañarla. "Llevo más de 20 años viviendo muy cerca del campanario. En aquellas noches en que los problemas me han quitado el sueño, su toque pausado me hacía sentir que estaba en casa y no estaba sola", explica Carme.

Hace un par de meses que las campanas de Santa Maria dejaron de sonar por las noches. La causa de ello ha sido al parecer la queja de un nuevo vecino de la población, a quien sí le resultaban molestas. Carme considera que la decisión supone para este pueblo de 3.000 habitantes la pérdida de "una tradición muy querida", y pide su recuperación. "Yo no quiero que nadie se vaya del pueblo sino al contrario, que aprendan a quererlo como es, con sus gallos, sus ranas croando en la riera y sus campanas repicando. Y que los nuevos vecinos se tomen un poco de tiempo para acostumbrarse, como lo han hecho sus predecesores", argumenta, y añade que no vería ningún problema en que se bajara el volumen de las campanadas si es que superaban los decibelios permitidos. "Aunque lo dudo, porque nunca había habido quejas", puntualiza.

La queja de Carmen no obtiene hasta el momento respuesta. El rector de Santa Maria, Josep Figueras, no quiso dar explicaciones a EL PERIÓDICO sobre su decisión. Y ni el obispado de Sant Feliu de Llobregat ni el ayuntamiento se pronuncian, ya que se limitan a remitirse al rector.

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Así las cosas, Carmen y otros vecinos han optado por recoger firmas para entregarlas al ayuntamiento, con la intención de que interceda ante el rector. "Impulsamos esta iniciativa para que actúe como termómetro de la opinión del pueblo y se haga visible que estamos a favor del retorno de este bien cultural del pueblo", explica esperanzada. De momento han recogido unas 100. 

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