LA NOCHE ELECTORAL DEMÓCRATA DESDE DENTRO

Las tácticas del último minuto

Una simpatizante de Obama sostiene una pancarta en la que se lee 'Dale cuatro años más', esta madrugada, frente a la Casa Blanca, donde cientos de personas han celebrado la victoria demócrata.

Una simpatizante de Obama sostiene una pancarta en la que se lee 'Dale cuatro años más', esta madrugada, frente a la Casa Blanca, donde cientos de personas han celebrado la victoria demócrata. / SLM

Montse Prats

Montse Prats

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Pasaban de las 11 de la noche en la costa este cuando el contador de la NBC anunció 271 votos paraObama y subiendo.La sede del Partido Demócrata en Washington DC estalló en gritos: "¡Cuatro años más! ¡cuatro años más!”.

Había sido un día intenso. Tan solo dos horas antes aún estábamos haciendo campaña. Los voluntarios demócratas de los diferentes centros repartidos por Washington se habían reunido aquel día en la sede central. Allí estabanLisa, de Adams;Amanda, de Mujeres Demócratas;Velia, del grupo latino... La sede central es exactamente igual que las oficinas de campaña que reflejan las películas: espacios abiertos y compartimentos, grandes mesas y algún despacho, muchos teléfonos y enchufes.

Por la mañana tuvimos algunas visitas, la expresidenta de la Cámara de Representantes,Nancy Pelosi, saludó al equipo y a los voluntarios. También la secretaria de Trabajo,Hilda Solís, que estuvo sobre todo con el equipo latino.

No paraban de llegar voluntarios.Lilian les indicaba lo que tenían que hacer mientras Jaime paseaba arriba y abajo marcando los objetivos que le transmitía la central de Chicago a través de su blackberry.

Parecían acostumbrados a trabajar en elcaos. Lilian suavizaba cualquier problema con una sonrisa,Jaime nunca olvidaba un nombre.

A mi lado Sarah se fregaba los ojos agotada. Eran casi cinco horas haciendo llamadas. La mañana se centró principalmente enVirginia.

Contra reloj

Hacia las cuatro de la tarde avisaban de una bajada de asistentes a los centros de votación de alguna zona de Virginia. Se necesitaban voluntarios para ir a hacer más puerta a puerta. Eran dos horas de viaje. En 10 minutos Jaime organizó un equipo que se puso en camino.

De fondo, laCNN empiezaba a especular qué pasaría si ninguno de los candidatos conseguía los 270 votos electorales. Sería laCámara de Representantes, con mayoría republicana, la que escogería al presidente.

A las cinco y media, los centros de votación de Virginia ya estaban a punto de cerrar. El nuevo objetivo eraPennsylvania. Hasta entonces habíamos trabajado con listados en papel, pero a partir de entonces lo hicimos a través del escritorio digital de nuestro ordenador. Una columna a nuestra derecha nos informaba de las particularidades del voto en ese estado, qué necesitaba recordar el ciudadano para ir a votar.

Media hora más tarde se producía un nuevo cambio. Parece que por alguna encuesta interna. Desde la cdentral deChicago nos pedían que nos centráramos en Ohio. Luego comprobamos lo ajustado que fue allí el resultado.

Las pantallas del escritorio digital iban pasando como las de un videojuego. "Gracias, ¿vamos a por otra llamada?", "!Qué gran trabajo!", "Eres toda una heroina", "No hay quién te pare”, nos animaban los responsables de los voluntarios.

Hacia las siete nos repartíamos los estados deWisconsin yColorado. Ibamos aprovechando la diferencia horaria entre los diferentes estados del país.

No vota pero reza

"Sí, claro que he votado, esta misma mañana". "No puedo votar, no soy residente. Pero mifamília y yo estamos rezando para que salga Obama". "¿Otra vez preguntando por la votación?". A primera hora de la mañana, había visitado algunos centros electorales. Habiá bastante gente e incluso alguna cola. Creía que el entusiasmo por Obama se había apagado, pero esta noche, a las dos de la mañana de la costa este, ciudadanos con carteles gritaban y celebraban delante del Casa Blanca la victoria del presidente.

"El primer año delsegundo mandato siempre es especial. Los presidentes tradicionalmente hacen grandes cosas", me comenta un amigo. Veremos si, como ya ha dicho Obama, "lo mejor está por llegar".