'No diguis blat...'

Artur Mas cerró ayer solemnemente la campaña electoral en el monasterio de Sant Benet de Bages, el mismo lugar elegido por la federación nacionalista el mes de enero pasado para lanzar su candidatura. Mas hizo una declaración institucional -flanqueado una vez más por las nueve senyeres- plagada de referencias históricas, en la que llamó a reconstruir Catalunya.

Se pretendía dar tanta trascendencia al acto que, por primera vez desde que empezó la campaña, no se permitieron preguntas de los periodistas. Mejor suerte tuvo un grupo de niños del colegio Joan Bardina, de Sant Boi, que estaban de visita en el monasterio y no quisieron perderse la ocasión de saludarle. «Te he visto en la tele», le dijo uno de ellos a Mas. Y el líder de CiU le preguntó: «¿A mí o al que me imita?». «No, no, el día que salías tú», aclaró el niño. El candidato pidió a sus interlocutores que le expresaran sus deseos. «Que lo hagas tan bien como Pujol», le contestó uno. «¡Que ganes!», le espetó otro.

Sin esconder la satisfacción que le producía tanta confianza en sus posibilidades, a Mas se le activó el resorte que dispara el mecanismo de autoprotección y afloró la parte pedagógica, lo que le llevó a recordar a los escolares el dicho del «no diguis blat fins que sigui al sac i ben lligat, i no tingui forat». «Sabéis que quiere decir?», preguntó. «Que no puedes decir aún que ganarás las elecciones», respondieron.

Pues eso. Los cuadros de la federación nacionalista están como esos niños, contentos de verse cerca del que están seguros que será el futuro presidente. Y como a ellos, les insisten en la necesidad de ser prudentes. CiU ha hecho una campaña basada en la necesidad de un cambio de rumbo y en que haya un Gobierno fuerte que no dependa de nadie. Se diría que creen haber acertado en el mensaje.