Baró de Viver vota para elegir la escultura de su nueva plaza

Los estudiantes de la Escola Llotja diseñan las dos propuestas

Un vecino vota su escultura favorita, junto a las dos maquetas.

Un vecino vota su escultura favorita, junto a las dos maquetas.

ANNALISA PALUMBO
BARCELONA

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Los vecinos de Baró de Viver pueden elegir la escultura que se colocará en la futura plaza del Centre Cívic Baró de Viver, en el cruce  de la calle de Quito con Tiana. Las dos propuestas han sido diseñadas por alumnos de la Escola Llotja. «Es una forma de promocionar y vincular la escuela con su distrito, y también una oportunidad para jóvenes artistas», explica Raimond Blasi, concejal del Distrito de Sant Andreu.

Hasta el 1 de diciembre, de 17.00 a 20.00 horas, los vecinos del barrio mayores de 16 años podrán escoger la propuesta que les parezca más adecuada en la sede de la Nova Associació de Veïns de Baró de Viver (Guayaquil, 53). Allí estarán expuestas las maquetas: Canya al Viver, de los estudiantes Carme Illa y Jonathan Mármol, y El pont de les maletes, de Fernando Bravo.

LAS DOS OPCIONES / De ser escogida Canya al Viver, esta obra sería colocaría a lo largo de la pasarela central de la plaza, como si fuese el río Besòs, rodeado de cañas naranjas. «Los vecinos quieren abrirse al resto de la ciudad. Las cañas del río son la gente fuerte del barrio», explica una de sus autores, Carme Illa, de 34 años.

El pont de les maletes pretende convertirse en un elemento de interacción para los vecinos. «El puente es el símbolo del río Besòs, y las maletas son el medio con el que la gente trae su energía en este barrio joven», cuenta su creador, Fernando Bravo, 40 años. «Crear una escultura para el espacio público es un gran reto para los artistas», afirma el alumno de la Escola Llotja.

Los vecinos de La Sagrera ya escogieron, a principios de año, el elemento escultórico de la plaza Assemblea de Catalunya mediante votación. «Si siempre se hiciera esto, tendríamos el barrio que todos queremos», explica José Presa, responsable de urbanismo de la Associació de Veïns de Baró de Viver. Aunque hasta ahora, muy poca gente ha ido a votar su escultura favorita. «Seguro que aquí todo el mundo tiene una opinión. Por la calle muchos me la comentan, pero no vienen a votar», cuenta Oscar Simón, presidente de la AAVV.

Los vecinos se muestran contentos de poder expresar su opinión. «Que funcione este sistema, y que el ayuntamiento cumpla lo que los vecinos decidimos», desea Sonia Ramiro, 40 años. «A veces hacen las cosas sin consultar», lamenta otro vecino, Manuel Martínez, 45 años.

Una semana después del cierre de las urnas se conocerá la estatua ganadora, que el ayuntamiento prevé instalar en marzo del 2015. H