CONFLICTO EN LA ENSEÑANZA

Wert rechaza aplazar la LOMCE y Mas anuncia que no la implantará

El ministro José Ignacio Wert, ayer, con la secretaria general de Ensenyament, Maria Jesús Mier, en la Conferencia Sectorial de Educación, en Madrid.

El ministro José Ignacio Wert, ayer, con la secretaria general de Ensenyament, Maria Jesús Mier, en la Conferencia Sectorial de Educación, en Madrid.

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / MADRID

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El desencuentro está servido. Y los meses de incertidumbre, también. Apenas dos horas después de que, en Madrid, el ministro de Educación, José Ignacio Wert, fiel a su estilo, hiciera oídos sordos e ignorara la petición hecha por la Conselleria d'Ensenyament de la Generalitat (y de otras cinco comunidades autónomas) de aplazar un año la implantación en secundaria de la polémica ley orgánica para la mejora de la calidad educativa (LOMCE), el presidente Artur Mas anunciaba ayer en Barcelona que el próximo curso escolar empezará en Catalunya, «de acuerdo con la legislación catalana, sin tener en cuenta normativas lesivas».

A la espera de que la Generalitat concrete en qué consiste exactamente el anuncio de Mas, en principio de sus palabras se entiende que no solo quedará en suspenso la implantación de la LOMCE en los institutos de secundaria -lo que implica, de paso, que no se imparta la polémica asignatura de Historia de España de segundo de bachillerato-, sino que también podría haber una marcha atrás en el despliegue de la reforma en la etapa de primaria, que este año afecta ya a los alumnos de primero, tercero y quinto.

Ensenyament, que anoche no quiso hacer más comentarios, se ha encargado, de todos modos, de aplicar medidas «paliativas» para que los efectos de la implantación de esta polémica reforma educativa en las aulas de primaria sean mínimos. «Y lo mismo haríamos con la secundaria y el bachillerato», dijo ayer Maria Jesús Mier, secretaria general de Ensenyament, tras asistir a una reunión de la Conferencia Sectorial de Educación en representación de la consellera Irene Rigau.

NAVARRA SE UNE A LOS DÍSCOLOS

La negativa de Wert a las peticiones de las autonomías denominadas díscolas con la LOMCE no habría supuesto ninguna sorpresa si no fuera porque también Navarra, con un Gobierno autonómico del PP, se sumó a la reclamación de Catalunya, Andalucía, Asturias y Canarias. El Ejecutivo del País Vasco, que está aplicando un plan educativo propio, también da por sentado que la LOMCE no se aplicará en su territorio, indicó su consejera de Educación, Cristina Uriarte.

Wert y su número dos, la secretaria de Estado Montserrat Gomendio, que hacía seis meses que no se veían las caras con los consejeros autonómicos en una Conferencia Sectorial de Educación, fueron ayer directos al grano. Pese a que algunos de los participantes expresaron sus temores por la inminencia de elecciones en sus autonomías (previstas para el próximo 24 de mayo, junto con las municipales), el ministro les recordó que no se trata de variar el modelo educativo cada vez que cambia el Gobierno. Algo que, por cierto, no hizo el PP cuando llegó al Ejecutivo central. «Unas elecciones no deben condicionar la educación», sentenció la valenciana María José Catalá, una de las consejeras que dijo tener ya listos los temarios de ESO y bachillerato para su aplicación el próximo septiembre.

Visiblemente enojado, el andaluz Luciano Alonso (PSOE) insistió en que los siete meses que quedan para tener lista la programación del próximo curso son «claramente insuficientes». «Nunca en la historia había habido una ley que se pusiera en marcha con menos participación, tanto de los partidos políticos parlamentarios como territorial», denunció Alonso, que adelantó que Andalucía también prepara «medidas paliativas para que la LOMCE haga el menor daño posible».

Los díscolos con la ley Wert recuerdan que las anteriores reformas educativas (la LOE y la LOGSE) tuvieron un despliegue de entre 5 y 10 años, por lo que consideran que al ministro solo le guían intereses políticos cuando pretende imponer un calendario tan apretado. Para Montserrat Gomendio, en cambio, esta crítica es totalmente infundada, ya que, según afirmó, «las autonomías recibieron el texto prácticamente definitivo en octubre».