'Volkswagengate' en la UE

El fabricante VW reconoce que algunos de los modelos denunciados en EEUU también se han vendido en Europa Mattias Müller (Porsche) se perfila como sucesor de Winterkorn

CARLES PLANAS BOU / BERLÍN

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La imagen de Volkswagen (VW) sigue  agrietándose por el escándalo que ha supuesto la manipulación de unos 11 millones de sus vehículos para falsificar las emisiones de gases contaminantes. Ayer, el ministro de transporte alemán, Alexander Dobrindt, aseguró que el fabricante confesó haber instalado el software para esquivar los controles medioambientales también en vehículos vendidos en Europa.

«Los motores diésel de 1.6 y 2.0 litros fueron modificados», confirmó el ministro. Aunque se desconoce cuáles son los modelo afectados, Dobrindt remarcó que «se esclarecerá en los próximos días» y que las inspecciones se extenderán hacia otras marcas de la casa.

VW se hundió en bolsa un 38% entre el lunes y el martes tras salir a la luz el escándalo en los EEUU. La acción se recuperó un 5% el miércoles animada por los rumores de la dimisión de Martin Winterkorn, que oficializó su salida al cierre de mercado. Ayer, la empresa cerró con una ligera alza del 0,58%.

Aún así el escándalo ha extendido la sombra de la sospecha a todo el sector automovilístico alemán, que se resiente de la mala praxis del grupo más potente, la joya de la corona. La cotización de BMW, por ejemplo, se hundió un 9,7% tras unas información de Autobild que apuntaban al modelo X3 como incumplidor de los controles europeos. La empresa lo negó tajantemente.

Algunos analistas especulan sobre la posibilidad de que las autoridades hayan mirado hacia otro lado durante los controles de emisión de gases contaminantes para no perjudicar a un sector industrial clave en la economía alemana (el 20% de las exportaciones alemanas).

El diario británico The Guardian informó ayer que Alemania, Francia y Gran Bretaña, los tres países más inflexibles contra VW, presionaban desde hace años a la Comisión Europea para relajar los límites en la emisión de gases contaminantes en las revisiones de vehículos para hacer el juego al sector de la automoción.

Por otro lado, también ha surgido otra polémica alrededor del ya expresidente de VW, Martin Winterkorn. Como ya ha sucedido en casos parecidos que afectan a grandes empresas, el adiós de Winterkorn tendrá una jugosa compensación.

Millones en discusión

La indemnización del exejecutivo podría subir hasta los 60 millones de euros, 30 millones en concepto de los dos años de salario que tenía asegurados en su contrato y los 28,5 millones adicionales que estaban destinados a su plan de jubilación. Aunque eso sí: en el caso de que el consejo de administración culpara a Winterkorn del escándalo que está haciendo temblar Alemania esa cantidad podría acabar siendo papel mojado.

Quién relevará a Winterkorn no se sabe, pero el nombre de Matthias Müller, director general de Porsche, volvió a acaparar ayer toda la atención  Aunque el diario económico Wall Street Journal ya lo dio como seguro sucesor, también se barajan otras opciones como Herbert Diess, responsable de la marca de turismos de VW; Rupert Stadler, presidente de Audi, o Andreas Renschler, jefe del área comercial.

Volkswagen necesita un lavado de su imagen y para ello en las próximas horas se harán rodar las cabezas de pesos pesados de la cúpula. El diario alemán Bild explicó ayer que ho, viernes, se cesará a los directores de investigación y desarrollo de Audi, Ulrich Hackenberg, y de Porsche, Wolfgang Hatz. A esos nombres se les añadirá el de Michael Horn, presidente ejecutivo de VW en EEUU, que el lunes confesó sin rodeos haberla «cagada y bien cagada».