Una industria a la fuga

Instalaciones de Domar durante una huelga en el 2006.

Instalaciones de Domar durante una huelga en el 2006. / JOSEP GARCIA

ANTONI FUENTES / Barcelona

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En los 90, España era una potencia europea en fabricación de neveras y lavadoras. Pero la globalización convirtió ese paisaje fabril en eriales industriales. Fagor es el último gran bastión de capital español en la antigua y próspera industria de fabricación de electrodomésticos que tenía un peso relevante en Catalunya.

En un recorrido por el Vallès y el Baix Llobregat se pueden ver los vestigios del antiguo sector con las naves abandonadas de empresas como Iar Siltal, la heredera de la antigua Corberó, en Montcada i Reixac; Domar, que por un tiempo asumió New Pol, en Martorelles; Unidad Hermética, que empezó a caer en barrena tras la salida de Electrolux, en Sabadell, y Braun, que dejó de producir el Minipimer en Esplugues de Llobregat. Algunas de esas empresas murieron sin alternativa y otras como Cubigel han salvado una parte de su plantilla en manos de un nuevo propietario, la compañía china Huayi.

Por el camino se han perdido miles de empleos al haber sido trasladada la carga de trabajo desde España a otros países europeos y a China. Del 2000 al 2007, la cifra de trabajadores dedicados a la fabricación de electrodomésticos cayó de 20.336 a 16.551, mientras que el número de empresas operativas bajó de 341 a 267 en esos siete años. La producción de frigoríficos cayó a la mitad.

Entre las reconversiones más traumáticas de los últimos años se encuentran la que afectó a casi 1.400 empleados de la histórica Unidad Hermética; los cerca de 700 despidos de Braun; los 600 de Corberó; los más de 400 de Iar Siltal y 300 de Domar en varias fases. En la mayoría de los casos, el guión de la crisis fue reiterativo: reducciones de plantilla, sucesivas ventas por parte de multinacionales que abandonaban el país a otros grupos con menos solera y, finalmente, el cierre.

Hace unos días, Fagor comunicó el fin de su alianza con el grupo chino Haier para construir una fábrica en Polonia. El acuerdo frustrado significaba unirse con un gigante mundial de la línea blanca y la electrónica que en los últimos años ha acelerado su desembarco en Europa con la compra de una pequeña planta de neveras en Italia y la exportación desde China.

Pero si los problemas de Fagor llevaran a su desaparición, el mapa de grandes grupos fabricantes se reduciría sensiblemente y quedaría encabezado por BSH Electrodomésticos, una compañía que pertenece a una alianza entre las firmas alemanas Bosch y Siemens. Cuenta con una plantilla de casi 4.000 empleados en siete fábricas que producen productos de las marcas Bosch, Siemens, Gaggenau, Neff, Ufesa y Balay.