El Santander también cobrará por sus cajeros a los no clientes

El grupo desoye al Banco de España para rentabilizar su inversión en terminales

Álvarez, durante la presentación de los resultados, ayer.

Álvarez, durante la presentación de los resultados, ayer.

P. ALLENDESALAZAR/ MADRID

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Primero fue CaixaBank, luego el BBVA y ayer el tercer gran banco español. El Santander anunció que a finales de septiembre o principios de octubre pasará a cobrar a los no clientes de la entidad que utilicen sus alrededor de 5.000 cajeros «en torno» a dos euros (la cantidad que carga ya la entidad catalana y que la de origen vasco pasará a repercutir en septiembre).

Desoye así al Banco de España, que lo desaprueba, e ignora el análisis de su legalidad que realizan los organismos de Competencia europeo y español. «Aquí lo que hay es una inversión en cajeros. Vamos a hacer un upgrade (mejora de los terminales) y es caro. Tiene sentido que esos costes se transfieran a los no clientes», justificó su consejero delegado, José Antonio Álvarez.

La cuestión de fondo que analiza Competencia es si los bancos -Sabadell también lo estudia, pero Bankia lo ha descartado por ahora- van a pasar a cobrar dos veces por el mismo servicio de sacar dinero, lo que es ilegal. La mayoría cobra a sus clientes por usar los cajeros de la competencia: les repercuten la comisión que les pasa la dueña del terminal.

Para evitar hacer algo prohibido, los bancos que van a cobrar a los no clientes dejarán de cargar esta comisión a las entidades emisoras de las tarjetas. «Hay dos servicios, si se cobran o no dos veces es distinto. Si a usted le dan una tarjeta, el emisor tiene un coste. Si la usa en Londres, por no hablar de España, hay otro coste de servicio del cajero», argumentó el ejecutivo.

ROBAR CLIENTES

Los bancos que han tomado esta medida creen que el problema lo van a tener entidades como BankinterING Evo, que tienen pocas oficinas y no cobran a sus clientes por sacar en cajeros de la competencia. «Como principio general siempre tratamos de captar clientes. Si dañamos a ING y su modelo de negocio, es una pregunta para ellos», lanzó Álvarez.

El ejecutivo aseguró que el cambio puede ser beneficioso para los no clientes si sacan una cantidad elevada, ya que hasta ahora el banco cobraba un 0,6% de la cantidad retirada al banco emisor de la tarjeta, que podía ser superior a los dos euros.

También negó que el hecho de que las entidades estén empezando a tomar en cadena la decisión de cobrar esta cantidad sea una muestra del oligopolio que se temía que pudiera producirse por la desaparición de entidades de los últimos años: «Trasladar el coste de los servicios es una práctica sana. No veo oligopolio cuando los ingresos caen por la competencia extraordinaria». El banco cobra un 2,5% por su crédito en España y paga un 0,57% por los depósitos, medio punto menos que hace un año, lo que ha provocado que su margen de intereses haya caído el 1,9%. «Algo se podría paliar con comisiones», admitió Álvarez.