SECTOR ENERGÉTICO

Repsol emula a Zara

La firma aumenta el control sobre todo el negocio, diluye el riesgo y mejora la calidad de sus activos

AGUSTÍ SALA / BARCELONA

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Repsol emula a Zara. No es que la petrolera pase a producir y vender ropa, sino que refuerza el modelo y estrategia con la que Inditex revolucionó el negocio textil al controlar toda la cadena de valor, de la producción hasta la venta al cliente final.

Con la compra de la canadiense Talisman Energy por 6.640 millones de euros, que ascienden a 10.000 si se incluye la deuda, la compañía cierra definitivamente la historia que comenzó con la expropiación de su filial argentina YPF en el 2012. Los más de 4.000 millones de euros que recuperó como compensación, algo con pocos precedentes en ese país, le han permitido dar el salto hasta colocarse en la división de las 15 mayores petroleras privadas del mundo.

¿Por qué como Zara? Porque con cada paso estratégico desde el 2004, cuando Antoni Brufau la preside, se vuelca más en producir, lo que se suma a la transformación (refino), distribución y venta, es decir, controla la cadena de actividad, en lugar de dejar eslabones en manos de terceros, lo que se conoce como «apropiarse del valor».

En el ámbito petrolero existen dos fases: el upstream (exploración y producción), que en el sector textil sería similar a la obtención de telas y el diseño de modelos; y el dowstream (refino y márketing), que en el ramo de Inditex serían la fabricación , distribución y venta de prendas. En el ramo petrolero, la primera división la forman firmas integradas verticalmente (controlan todos los eslabones de la cadena de valor).

Con Talisman Energy, la firma presidida por Brufau refuerza su apuesta por la exploración y producción (upstream), una actividad cara pero que genera más rentabilidad, que de suponer el 38% del negocio pasa al 58%. Y además se consolida la diversificación geográfica al significar esa actividad en Norteamérica, un área estable y con seguridad jurídica plena, el 50%, en vez del 30% actual. El negocio en Latinoamérica pierde peso, al pasar del 50% actual al 22%. La canadiense aportan, además de activos de calidad «personas con un gran conociemiento en producción», que se sumará al acumulado por Repsol en la última década.

MOMENTO DE COMPRAR

«Es el momento de salir de compras. El descenso del petróleo afecta a buenas compañías que están endeudadas. Con la cotización actual puede resultar más rentable comprar buenas reservas probadas que buscar otras nuevas», explica Mariano Marzo, catedrático de Geología de la Universitat de Barcelona (UB) y experto en el sector del petróleo. Talisman daba el perfil y se ajustaba como un guante al plan de Repsol: más internacionalización y refuerzo del upstream.

«Con la operación, no solo obtiene más barriles y reservas sino que se diversifica en países más estables y reduce el peso de otros más imprevisibles», añade Marzo. Además, Talisman posee explotaciones de shale oil (hidrocarburos no convencionales) en Norteamérica, que se obtienen con técnicas como el fracking o fracturación hidráulica y que han reducido las importaciones de EEUU, el mayor consumidor mundial.

Según el análisis de Renta4, la operación «cuadra con la estrategia 2012-2016 de Repsol de reforzar su negocio upstream, el motor de crecimiento de la compañía, diversificando y mejorando la calidad de sus activos y potenciando su capacidad de crecimiento».

De hecho, la que se ha convertido en la mayor transacción en los últimos cinco años de una empresa española en el exterior es «una operación tranformadora para Repsol», según fuentes de la compañía. La operación significará un aumento de la producción del 75% y de las reservas de primera calidad del 55%, según el análisis realizado por Barclays. Proporciona una mayor diversificación «con lo que parecen buenos activos de exploración y producción en Colombia y el Sudeste asiático y activos razonablemente sólidos en Norteamérica», según el mismo informe.

A su vez, la posibilidad de desprenderse de su participación en Gas Natural, de la que tiene el 30%, se reduce. «Hoy por hoy, con la caída del precio del petróleo, esta compañía aporta estabilidad en los ingresos. Es una compañía muy complementaria. Una gran plataforma de crecimiento es esa complementariedad», explican fuentes del grupo. Supone, en resumen, más diversificación del riesgo.

Precisamente, Gas Natural dio también otro gran salto al hacerse con el control de la chilena Compañía General de Electricidad (CGE), de la que ha pasado a controlar el 96,50% del capital por unos 2.550 millones de euros. El desembarco en un mercado clave de Latinoamérica y uno de los más seguros jurídicamente en la región aumenta el peso del negocio exterior en un momento de estancamiento en el mercado nacional y los efectos de la reforma eléctrica del Gobierno.

Con esta transacción, el peso del negocio exterior en el resultado de explotación sube del 44% al 51%. Chile pasa a ser el primer mercado en la zona, seguido por Colombia, Brasil y México. Según los analistas, la operación «es coherente con las guías marcadas en el plan estratégico de la empresa» y contribuye a incrementar la diversificación geográfica y de negocios del grupo.