reforma de un sector estratégico

El recibo de la luz cambia para 14 millones de usuarios

Las eléctricas empiezan a emitir la nueva factura basada en el precio por horas

Fitem sed sat igitabus, nih

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AGUSTÍ SALA / BARCELONA

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El recibo de la luz nunca ha sido sencillo. Y el nuevo, que entrará en vigor mañana, tampoco. De dos páginas pasa a tres, con profusión de información para los 14,4 millones de usuarios acogidos al precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC), que sustituyó el pasado 1 de abril a la antigua tarifa regulada y que se calcula en parte en función del precio diario de la electricidad en el mercado.

1¿Cuáles son los rasgos básicos de la nueva factura?

La comercializadoras de referencia, filiales de Endesa, Iberdrola , Gas Natural, Eon y EDP, han tenido que utilizar la plantilla que estableció el Ministerio de Industria, dirigido por José Manuel Soria, a través de una resolución. En la misma se indica incluso por los puntos por los que las compañías deben doblar la factura para meterla en un sobre. El documento tiene tres páginas. Además del logotipo de la compañía, en la primera figura el importe total y el resumen de cada uno de los componentes principales del precio, así como los datos del contrato y el perfil promedio de facturación que se aplica al usuario (el más común es el de la tarifa 2.0A).

En la segunda página se incluye un gráfico con la parte de la factura, que se va a impuestos, la que va a costes de producción y margen de comercialización y la que va a costes regulados. También se detallan cada uno de los componentes del recibo. Y en la tercera página se aporta información al consumidor.

2¿Cómo se reparten los distintos conceptos?

En el caso de un usuario-tipo con una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW) y un consumo en julio y agosto de 450 kWh, el recibo asciende a 109,1 euros. De estos, 31,42 euros (el 28,80% del total), corresponden a la parte fija (la potencia contratada); 53,41 euros (48,96%), al consumo; 4,34 euros (3,98%), al impuesto de la electricidad; 1,08 (0,99%), al alquiler del contador, y 18,95 (17,37%), al IVA. El ejemplo corresponde al perfil de un usuario con tarifa 2.0A, la más común.

En el gráfico de la segunda página de este caso figuran 23,29 euros en impuestos (21,35%); 28 en costes de producción y margen de comercialización (25,66%) y 56,84 (el 52,1%) en costes regulados, que se reparten en: 17,96 de otros costes, como la anualidad del déficit; 18,26, redes de transporte y distribución, y 20,62, incentivos a las energías renovables, residuos y cogeneración.

3¿Cuáles son las características del nuevo sistema?

El término fijo (lo que se paga por kW de potencia contratada) se mantiene, tras la subidas de más del 70% del año pasado. Son unos 42 euros al año por kW. La parte variable (lo que se paga por lo que se consume) es lo que cambia. Corresponde al coste de la energía que hasta diciembre se decidía en una subasta trimestral, que el Gobierno anuló. Supone alrededor de la mitad del recibo. Ahora se decide con la cotización en el mercado mayorista, donde el precio varía 24 veces al día y 720 veces al mes.

El sistema está pensado para contadores inteligentes, de los que apenas se han instalado un tercio de los más de 25 millones necesarios. Las compañías tienen hasta el 2019 para hacerlo. Por ello, al usuario le aplican un perfil de consumo medio. El más común es la tarifa 2.0A. Es una fórmula de transición hasta que los contadores funcionen con telegestión. Solo entonces el usuario podrá adaptar su consumo a los precios, que es para lo que se diseñó todo.