EFECTOS DE LA LIBERALIZACIÓN DE UN SERVICIO BÁSICO

Un rayito de ahorro

Las ofertas en el mercado eléctrico libre suponen rebajas casi simbólicas en el recibo

AGUSTÍ SALA / Barcelona

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Las distintas ofertas existentes en el mercado eléctrico liberalizado ofrecen rebajas de recibo similares a un minúsculo rayo de luz. Apenas entre un euro y tres al mes pueden ahorrarse las familias para los consumos y potencias más habituales. Es una rebaja simbólica teniendo en cuenta que no hay solo comercializadoras de las cinco grandes eléctricas (Endesa, Iberdrola, Gas Natural, la filial de la alemana E.on y la de la portuguesa EdP), sino otras independientes.

El problema es que la referencia para todas es la tarifa regulada, una parte de la cual se fijaba, hasta diciembre, mediante una subasta que fue anulada por el Gobierno para evitar un alza del 11%.

El funcionamiento de este mercado se parece mucho al de las gasolineras. Aunque varias operadoras, las que marcan la pauta suelen ser las tres grandes petroleras con más número de estaciones de servicio, que son Repsol, Cepsa y BP.

El regulado es un precio que es difícil de batir, ya que las comercializadoras del mercado liberalizado tienen un margen muy estrecho. Las que son filiales de las grandes eléctricas tienen mayor margen de maniobra "La tarifa regulada es la que les da cobertura en el mercado", explican los especialistas. Muchas veces, el precio que ofrecen es mayor que la tarifa regulada, pero con servicios adicionales.

En la actualidad, un total de 9,2 millones de usuarios tienen contratos de abastecimiento en mercado libre, alrededor del 37% de quienes están por debajo de los 10 kilovatios (kW) de potencia contratada, el tope fijado para poder acogerse a la tarifa regulada.

Antes de decidir pasar a un contrato de libre mercado es esencial  "pedir que lo envíen en papel para leerlo con atención antes de firmarlo", recomiendan la CNMC y las asociaciones de usuarios.Un hogar en Barcelona con una potencia contratada de 3,3 kilovatios (kW) y 3.000 kilovatios por hora (kWh) de consumo anual y la tarifa que tienen 15,1 de los 15,8 millones de usuarios que tiene la tarifa regulada (la 2.0A) podría ahorrarse 1,47 euros al mes o 17,64 euros al año con la oferta más competitiva de ayer, la One Luz que ofrece Endesa, sin servicios adicionales, según el comparador de ofertas de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

En una misma ubicación, pero con una potencia de 6,6 kW y un consumo de 6.000 kWh al año, el ahorro es de 2,95 euros al mes o 35,29 al año. Existe la posibilidad de acogerse a paquetes de luz y de gas, que abaratan también ligeramente la factura que se pagaría con los dos servicios por separado. Pero puede suceder que el precio del segundo año de contrato sea superior.

Los perfiles de quienes dan el paso de la tarifa regulada a la libre van desde quienes quieren cambiar de compañía porque no les gusta la que tienen hasta quienes buscan ahorros. Lo importante es saber que se deja de tener la cobertura de unos precios regulados. Pero a partir de abril, el escenario cambiará completamente, incluso para quienes tienen la tarifa regulada ya que pasarán desde pagar precios horarios quienes tienen un contador digital hasta poder acogerse a una tarifa anual que las compañías deberán ofertar obligatoriamente. La mayoría de los usuarios tienen aún medidores analógicos ya que el plan de cambio del parque se alarga hasta el 2018.

Asociaciones de consumidores como la OCU o Facua han denunciado que buena parte de los usuarios que eligen el mercado libre pagan más, pues en el nuevo contrato, muchas veces dual (de gas y electricidad), las comercializadoras incluyen otros servicios que la mayoría de los firmantes no necesita. Eso si es que no han hecho el cambio sin saberlo.

Tras la última reforma, llevada a cabo por la puerta de atrás a través de la orden de tarifas publicada en fin de semana en el BOE se volvió a cambiar además la composición de la  factura. Ahora, el término de potencia, que es la cuota que se paga por los kW contratados, se usen o no, supone alrededor de la cuarta parte de lo que paga el usuario en un recibo medio. Ese componente ha subido el 70% en un año.

Es importante saber que cada kW de potencia contratada cuesta casi 50 euros euros al año y que la potencia la decide el cliente. Reducirla cuesta unos 11 euros, a no ser que la compañía, que debe hacer el cambio en cinco días, exija un estudio de la instalación

Plataformas como www.bajatelapotencia.org, formada por organizaciones de consumidores y ecologistas, dan consejos sobre la cuestión. Un fórmula sencilla para determinar la potencia necesaria consiste en sumar los dispositivos con mayores kW y añadirles 1 kW más. Luego todo se divide por tres porque no todos funcionan a la vez. Esa es la referencia para calcular si se puede disfrutar o no de otro rayo  (rayito) de ahorro.