Es la política, ¡estúpido!

Hoy toca, otra vez, desayuno con paro y estadísticas, como el martes pasado. Hace siete días, la EPA arrojó la cifra de 5,93 millones de parados al final del primer trimestre. Hoy es el Servicio Público de Empleo Estatal, dependiente del ministerio de Empleo de Fátima Báñez, quien anunciará los datos de paro de finales de abril, aunque la ministra los tiene encima de su mesa todas las mañanas. Es decir, hoy habrá pocas sorpresas, al menos para el Gobierno, que espera una bajada importante de ese paro registrado que estaba en 4,79 millones de personas. En abril del 2013 el número de desempleados cayó en 46.000. Ahora, los expertos prevén una bajada mayor. Es decir, en poco menos de una semana, dos datos, ambos dramáticos, pero bastante diferentes. No son lo mismo los 5,93 millones de parados de la EPA que los más de 4,6 millones del Servicio Público de Empleo Estatal. Más de un millón de diferencia es mucha diferencia y, además, confunde. El dato homologado, por el que se mide a España más allá de nuestras fronteras es el de la EPA, esos 5,93 millones, mientras que el otro es el de un registro. En cualquier caso, la cifra real, sin duda, está entre ambos guarismos, aunque sea imposible precisarla y, además, en cada momento cada uno -generalmente Gobierno y oposición- elige el que más le conviene. Hoy, el Gobierno de Rajoy se aferrará al dato del paro registrado y a las afiliaciones a la Seguridad Social. Oposición y sindicatos harán lo contrario.

Casi al mismo tiempo, después de que el Gobierno -la vice Sáenz de Santamaría y los ministros Montoro y Guindos- presentara sus previsiones económicas para los próximos años, la Comisión Europea que preside Durao Barroso anunció ayer los suyas. No coinciden, pero se acercan más que otras veces con la excepción del paro, en donde el Gobierno de Rajoy es más optimista. El Gobierno, con sus previsiones, refrendadas por Bruselas -¡al César lo que es del César!- ha dado por cerrada la crisis, iniciada en el 2008, y ha anunciado nuevos y mejores nuevos tiempos. Las previsiones del Gobierno abarcan hasta el 2017, año en el que el PIB crecería un 3%, el déficit sería del 1,1% y el paro habría continuado su caída, aunque seguiría cerca del 20%. Todo compatible con un gasto público total de 462.514 millones en el 2017 frente a unos ingresos de 449.827. Es decir, un gasto solo algo inferior al del 2010, por ejemplo, lo que cuestionaría la teoría del austericidio, porque desde el 2008 siempre ha estado por encima de los 450.000 millones anuales. Por otra parte, todos callan, pero las previsiones del Gobierno y de la Comisión Europea solo serán posibles con políticas y gobiernos estables en España, algo que tampoco está garantizado ahora, por lo que el final de la crisis y la consolidación de la recuperación son un asunto político. Si para Clinton la clave fue no olvidar el lema «Es la economía, ¡estúpido!», quizá ahora haya que cambiarlo en España y advertir: «Es la política, ¡estúpido!», pero todavía nadie lo hace.