INMOBILIARIA

La torre Agbar se rinde y renuncia a convertirse en hotel

La torre Agbar de Barcelona.

La torre Agbar de Barcelona. / periodico

SALVADOR SABRIÀ - PATRICIA CASTÁN / BARCELONA

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La torre Agbar, llamada a convertirse en uno de los hoteles más icónicos de Barcelona, mantendrá finalmente su actual uso de edificio de oficinas, aunque compartido entre diversas empresas. El largo pulso que han mantenido los promotores del proyecto con la alcaldesa Ada Colau, que inicialmente trató de frenar el proyecto y que desde hace más de 11 meses mantiene en "tramitación" la licencia, se ha saldado con la aparente rendición de los primeros. La inmobiliaria Merlin, la de mayor cotización española, ha completado la adquisición de la antigua sede de Aguas de Barcelona por un importe de 142 millones de euros.

Fuentes municipales han explicado que el consistorio ha recibido el "desestimiento del proyecto de adecuación a hotel de la torre Agbar" presentado por el promotor. Se pone fin así a una carrera de obstáculos, desde que Colau trató de evitar la construcción del macrohotel de la plaza de las Glòries, que iba a tener más de 380 habitaciones, a través de la moratoria de licencias hoteleras.

Su propósito se vio frustrado porque el plan -al igual que otra media docena de proyectos- ya contaba con un certificado de aprovechamiento urbanístico previo. El pasado febrero sus responsables presentaron la solicitud para poder convertirse en hotel, una tramitación que aún no se había completado pero que la teniente de alcade de Urbanismo, Janet Sanz, dijo hace pocas semanas que estaba en la fase final. 

En todo este tiempo el ayuntamiento ha estado "revisando la licencia y analizando si se adecuaba a la normativa vigente y la legalidad", aducen. La repercusión del proyecto, insinúan, no ha ralentizado el trámite. El procedimiento ha sido como "cualquier otro proyecto".

A la complicación administrativa de la reconversión de usos se sumaban otras trabas. Para empezar, la complejidad técnica de la obra, ya que su estructura cilíndrica y sus volúmenes dificultaban el rediseño. No obstante, según ha podido saber este diario, el proyecto arquitectónico estaba prácticamente resuelto. Lo que no ha trascendido es el coste final -multimillonario- que podría haber tenido la transformación.

Con esos escollos y la revalorización de las oficinas en la ciudad, Merlin ha acabado comprando el edificio a Agbar, que continuaba siendo el propietario tras un largo preriplo de compromisos con fondos de inversión que pretendían convertir la torre en hotel de lujo. El primer promotor de este proyecto, Emin Capital, que posteriormente sumó al fondo Westmont Hospitality Group, se había comprometido a pagar 150 millones de euros, de los que solo hizo una paga y señal de 30 millones vinculada a la posibilidad real de poder construir el hotel, según fuentes de Agbar.

TIEMPO Y RECURSOS

En una nota conjunta, Emin Capital Westmont Hospitality Group han informado este jueves de que habían decidido “poner fin al proyecto de conversión” de la torre en hotel, justificando su decisión por "las complicaciones con respecto a la aplicación de la planificación, incluida su errónea inclusión inicial en la moratoria del hoteles de Barcelona”, y también al “largo proceso que hasta la fecha ha dado lugar a la no licencia de hotel" para el proyecto.

"No podemos seguir destinando tiempo, energías y recursos a un proyecto que, después de tanto tiempo, no tenemos claro que pueda ver la luz", han agregado fuentes de la promotora a este diario.

El hotel, según los hasta ahora promotores, iba a crear 350 puestos de trabajo directos y 250 indirectos. Emin Caatr y Emin Capital, entre otros) proyectaban hacer un hotel de lujo en la torre, en un principio de la cadena Hyatt

El precio de la adquisición implica un precio del metro cuadrado de 3.775 euros. Merlin ha anunciado que invertirá unos 15 millones de euros en las obras de conversión del edificio en multi-inquilino, dándole un uso fundamentalmente de oficinas. Merlin espera obtener unos ingresos brutos anuales de la explotación del edificio de 10,3 millones de euros, con una rentabilidad bruta estimada a plena ocupación del 6,5%. Con esta adquisición, Merlin incrementa el peso relativo de Barcelona en su cartera de oficinas, que pasa del 17% al 19% y da un salto muy notable en el área Prime y la zona de negocios, que pasa a representar el 40%.

EL EDIFICIO

La torre, un rascacielos en la confluencia de la Diagonal con la plaza de las Glòries, es el tercer edificio más alto de la ciudad, con 142 metros. Fue diseñado por los arquitectos Jean Nouvel y Fermín Vázquez e inaugurado en el año 2005, con una superficie bruta de 37.614 metros cuadrados, distribuidas en 34 plantas sobre rasante y un auditorio para más de 350 personas, además de cuatro plantas de párking. Con el impulso del distrito 22@ conforma un polo de atracción para muchas compañías innovadoras que instalan oficinas en Barcelona.