Lagarde señala que la economía ha entrado en una fase de optimismo

La directora del FMI espera que 2014 sirva para dejar paso a una época de bonanza

Christine Lagarde, directora gerente del FMI, durante su conferencia

Christine Lagarde, directora gerente del FMI, durante su conferencia / periodico

RICARDO MIR DE FRANCIA / Washington

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A falta de menos de una semana para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) actualice sus previsiones económicas para el 2014, su directora gerente, Christine Lagarde, ha esbozado las líneas maestras de lo que deparará el informe.

 Lagarde ha augurado en un discurso desde el National Press Club en Washington que, aunque "la crisis todavía colea", espera que el crecimiento global siga reforzándose, gracias fundamentalmente al progreso de las economías avanzadas.

"El optimismo está en el aire. La época del estancamiento profundo ha quedado atrás y el futuro es más brillante", ha afirmado. La jefa del FMI se ha atrevido a decir que espera incluso que este sea el año en que los "siete años de debilidad" den paso a "siete años de bonanza".

Nadie debería esperar, sin embargo, un cambio de tendencia radical. Lagarde ha afirmado que se avanza en la dirección correcta, pero "el crecimiento es todavía demasiado bajo, frágil y desigual". Se mantiene, según ha precisado, "por debajo de su potencial", un baremo que el FMI sitúa en el 4%.

Petición a los bancos centrales

Para permitir que la recuperación siga tomando fuelle, la ex ministra francesa de Finanzas ha pedido a los bancos centrales que no tengan prisa por retirar sus medidas extraordinarias de estímulo, algo que ya ha empezado a hacer, aunque sea muy modestamente, la Reserva Federal de EEUU. "En las economías avanzadas en particular, los bancos centrales solo deberían regresar a políticas monetarias convencionales cuando un crecimiento robusto se haya consolidado", ha afirmado.

Al hablar de la eurozona, Lagarde ha señalado que se está pasando de la recesión a la recuperación, pero que el crecimiento "es todavía muy desigual" entre sus miembros y el paro es "preocupantemente alto". "A algunos países les está yendo bien, pero en otros se mantiene la rémora de una deuda elevada y las restricciones de crédito", ha asegurado.

Lagarde ha subrayado que el Banco Central Europeo debería hacer "un poco más" para contrarrestar la fragmentación financiera, mientras a los países a la cola del continente les ha recomendado que aceleren las reformas para potenciar el empleo y la competitividad.

Riqueza en pocas manos

Si bien el FMI espera que los datos macroeconómicos globales sigan mejorando, en la línea de lo sucedido en la segunda mitad del 2013, Lagarde ha desglosado una serie de riesgos en el horizonte. Desde la ralentización de algunos mercados emergentes, enfrentados a un cambio de ciclo; a los riesgos de deflación, especialmente en economías avanzadas donde los precios se sitúan por debajo de los objetivos marcados; a la volatibilidad de los flujos de capital por la desestabilización que se espera que genere la retirada progresiva de los estímulos en algunas economías avanzadas.

La gran tragedia de lo que está sucediendo en esta lenta y traumática salida de la crisis es que la riqueza generada está yendo a parar a unas pocas manos. "Los beneficios del crecimiento los está disfrutando muy poca gente", ha dicho Lagarde. Y para explicar lo que está sucediendo ha puesto un ejemplo: "En EEUU, el 95% de las ganancias de ingresos desde el 2009 ha ido a parar al 1%".