CAMBIOS EN LOS MERCADOS DE DIVISAS

Lagarde apoya incluir el yuan en la cesta de divisas del FMI

Es un paso de prestigio que también reforzará el papel y poder global de China

Christine Lagarde, en un acto reciente den Gergetown.

Christine Lagarde, en un acto reciente den Gergetown.

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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Inmersa en una profunda transformación económica no exenta de altibajos y tantos puntos brillantes como oscuros, China está a punto de lograr un importante espaldarazo a sus esfuerzos para integrarse plenamente en la economía global. Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), dio el viernes su apoyo a un informe de los técnicos del organismo que defiende la inclusión del yuan en la cesta de divisas que el FMI usa para sus operaciones de financiación, la llamada cesta de Derechos Especiales de Giro.

Aunque aún queda que apruebe esa inclusión el consejo ejecutivo que representa a los 188 países miembros del FMI, se da por seguro que la moneda china recibirá el visto bueno en la reunión del 30 de noviembre (en la que necesita al menos el 70% de los votos) y, a partir de septiembre del 2016, pasará a formar parte de esa cesta de divisas que actualmente integran el dólar, el euro, el yen y la libra esterlina.

La composición de la cesta se revisa cada cinco años, hasta ahora nunca se había ampliado y entrar en ella no es solo cuestión de prestigio para la segunda economía del mundo: el paso ayudará a impulsar entre bancos centrales e inversores la demanda de activos en yuanes.

La seguridad de que lo ha conseguido es aún mayor después de que Estados Unidos -hasta ahora uno de los países más reticentes a la inclusión del yuan- reaccionara al informe y al mensaje de Lagarde recordando que Washington apoya el paso si la moneda china «cumple los criterios del FMI». Otras potencias como Reino Unido o Francia también han dado ya su respaldo.

CAMBIOS DESDE VERANO

 A juzgar por el análisis técnico, Pekín ha pasado ahora el examen que hace solo cinco meses podía haber suspendido. En julio, en un informe inicial del FMI, se advirtió a China que tenía que acelerar en la eliminación de restricciones en el acceso a los mercados y que necesitaba más flexibilidad en los tipos de cambio. El viernes, Lagarde aseguró que «las autoridades chinas han lidiado con los temas operativos» señalados en ese informe de julio y dijo que el yuan cumple tanto los criterios de exportación como el que exige que la moneda sea «libremente utilizable», algo que se define como ser «ampliamente usada» en transacciones internacionales y «ampliamente negociada» en los principales mercados de divisas.

Muchos economistas creen que se trata de una decisión política más que económica y apuntan para hacerlo a cierta vaguedad en los requisitos del FMI, que ha aplaudido los últimos pasos dados por Pekín, incluyendo promesas de más transparencia y reformas. Se cree también que, pese a la inclusión en la cesta de divisas del FMI, el yuan estará aún extremadamente lejos de amenazar al dólar como divisa de referencia.

Para Pekín es un logro. En un comunicado el Banco Central aseguró que «la inclusión del yuan en la cesta mejorará la representatividad y el atractivo de esa bolsa y ayudará a mejor el actual sistema monetario internacional, para beneficio de China y del resto del mundo».