ADIÓS A UN EMPRESARIO VISIONARIO

Jobs muere un mes después de dejar las riendas de Apple

IDOYA NOAIN / Nueva York

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Si los Mac, los iPhone, los iPad o iTunes tuvieran una aplicación para un minuto de silencio, la habrían utilizado esta madrugada. En un escueto comunicado, Apple anunció «con profunda tristeza» la muerte de Steve Jobs, su cofundador, uno de los hombres que más ha determinado la revolución tecnológica que ha transformado en las últimas décadas la sociedad.

Jobs, a quien se diagnosticó un cáncer de páncreas en el 2004, que se sometió a un transplante de hígado en el 2009 y cuya debilitada salud ya le había llevado a alejarse de las operaciones diarias de la compañía, tenía 56 años. «Su brillantez, pasión y energía fueron fuentes de incontables innovaciones que enriquecen y mejoran nuestras vidas», rezaba el comunicado. «El mundo es inconmensurablemente mejor por Steve».

Ha pasado poco más de un mes desde que Jobs anunció que abandonaba definitivamente la dirección de la casa de la manzana para centrarse en su salud, que desde hacía años era motivo de intensas especulaciones, y provocaba vaivenes en los mercados (conscientes de la influencia personal de Jobs en los productos e innovaciones de la compañía). Y hace solo dos días, Tim Cook, el hombre que le relevó como consejero delegado de Apple, presentaba al mundo la última versión del iPhone en el primero de esos actos donde Jobs no era el maestro de ceremonias.

Ese teléfono ahora omnipresente (y su pantalla táctil) es una de las muchas herencias que deja Jobs, posiblemente el empresario estadounidense al que más le acompaña el adjetivo "visionario" y también, posiblemente, el que más ha conseguido que se vinculara una empresa a su consejero delegado.

Han pasado menos de 30 años desde que apareció el primer Macintosh en 1984 y muchos de los cambios tecnológicos que se han vivido desde entonces, intensificados en la última década, nacieron de la mente de Jobs, un hombre que abandonó los estudios pero no solo tenía una visión de futuro, sino que estaba convencido (quizá a fuerza de éxito) de saber qué quería la gente. Como escribía ayer la revistaWired, «transformó completamente cómo interactuamos con la tecnología. Hizo aparatos fáciles de usar, fabulosos para tener y esenciales de poseer. Hizo cosas que ansiábamos incluso antes de que supiéramos que las queríamos».

ELOGIO DE BILL GATES/ Incluso el hombre al que eclipsó, Bill Gates, ayer lloraba su muerte. «El mundo rara vez ve a alguien que tiene el profundo impacto que Steve tuvo y que se sentirá por generaciones», dijo el fundador de Microsoft en un comunicado. «Para los que fuimos suficientemente afortunados de trabajar con él, ha sido una locura de honor. Lo echaré de menos inmensamente».

Jobs había nacido el 24 de febrero de 1955 en San Francisco, fue adoptado y desde temprana edad fue untechie. Abandonó la Universidad en Oregón porque no le encontraba «el valor», volvió a California y empezó a trabajar en Atari. Tras un viaje a la India en los 70 que le transformó, reconectó con su amigo Steve Wozniack y ambos lanzaron Apple en 1976. Pasaron muchas cosas desde entonces (desde su salida de la compañía hasta su regreso después para hacerla la firma tecnológica por excelencia). Y ahora la pantalla se pone en negro.