Catalunya se ralentiza pero crece más que la media

Buenos augurios a pesar de la ralentización. El Govern prevé que Catalunya crecerá este año el 2,9%, por debajo del 3,4% del año pasado y por encima del 2,7% estimado por el ministerio de Economía para este ejercicio para el conjunto del Estado. Será, de todas formas, un ritmo todavía elevado que ha hecho al Ejecutivo efectuar cálculos en materia de empleo con alzas de más del 2% y, en especial, en reducción de la tasa de paro que, en el 2019, podría situarse por debajo del 10%, algo que no sucedía desde el 2008, según destaca la Conselleria d'Economia.

Para el año que viene, la previsión de crecimiento es del 2,5%, lo que supondrá mantener la tendencia de ralentización. El valor total del producto interior bruto (PIB) de este ejercicio será de 245.400 millones de euros, casi 11.000 millones más que el año pasado; y el del 2019, de 256.163 millones. Suponen cotas sin precedentes.

La riqueza total generada en un año en Catalunya superó por primera vez los 200.000 millones en el 2007, con un total de 212.391 millones de euros. La crisis lo llegó a desplomar hasta los 202.638 millones, para luego empezar a remontar y recuperar en el 2015 los niveles previos a la recesión, según los datos del Institut d'Estadística de Catalunya (Idescat). 

Todas estas previsiones del Govern se incluyen en el Escenario Marcoeconómico de Catalunya para el biernio 2018-2019, que augura el mantenimiento del "ciclo expansivo que la economía catalana inició en el 2014". Lo habitual es que se hagan estas estimaciones semestralmente, pero no se hacían desde hace un año como consecuencia de la situación política y la posterior intervención de la Generalitat mediante el artículo 155 de la Constitución.

Estas estimaciones supondrán la base sobre la que se construirá el proyecto de Presupuestos de la Generalitat para el 2019, cuyo gasto será similar al de este ejercicio, que está prorrogado desde el 2017, según anunció el 'vicepresident' y 'conseller' de Economia, Pere Aragonès. Las dos principales demandas del número dos del Govern en materia de cuentas públicas son la flexibilización del objetivo de déficit para el 2019, que será del 0,1% del PIB, lo que dejará a la Administración catalana con unos 700 millones menos; y el cobro de 6.000 millones que el Ejecutivo catalán consiedera que debería percibir del Estado por distintos conceptos, que va de los Mossos d'Esquadra a inversiones públicas no ejecutadas.

Desempleo

En el documento del Govern se aprecia un "avance notable" en la ocupación, con aumentos del 2,5% este año y del 2,2% el que viene, frente al 3,1% del ejercicio pasado. En términos absolutos, se estima que los aumentos de empleo serán de 79.900 personas y 72.000, respectivamente, frente a los 96.500 del 2017. La tasa media de paro bajará este año al 11,4% y al 9,7% el próximo ejercicio. Este indicador no se situaba por debajo del 10% desde el 2008 (8,9%).

El crecimiento más moderado del 2018 y 2019 se explica por la "normalización de las tasas de crecimiento tras unos años de fuerte recuperación, por la desaceleración de las economías del entorno, por unos precios del petróleo más elevados y por una orientación menos expansiva de la política monetaria", justifica el texto. Son las mismas variables, conocidas como 'vientos de cola', que propiciaron un mayor dinamismo hasta el año pasado.   

El peso de la demanda externa (sdaldo extferior) seguirá siendo importante, con una contribución al crecimiento del conjunto de seis décimas en los dos ejercicios. La demanda interna se modera, con alzas del 2,2% y del 1,9% en el 2018 y el 2019 en el consumo de los hogares, respectivamente.

Por su parte, el consumo de la administraciones públicas será del 2% este año y del 1,5% el próximo, mientras que la inversión también reducirá su ritmo, al pasar del 4,4% en el 2018 al 3,2% en el 2019.