DISTRIBUCIÓN DE LA RENTA

Más pobres y más desiguales

Pobreza y desigualdad

Pobreza y desigualdad / periodico

ROSA MARÍA SÁNCHEZ / MADRID

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La economía española encara los primeros pasos de la salida de la crisis con una renta por habitante diezmada en los últimos años y una desigualdad creciente.  

El producto interior bruto (PIB) por habitante cayó desde los 24.274 euros del 2008 hasta los 22.134 euros en el 2013, en términos constantes, lo que supuso una pérdida del 8,8%.

Según el catedrático de Historia Económica de la Universidad Carlos III, Leandro Prados de la Escosura, la caída de la renta nacional bruta por habitante durante la crisis reciente solo es comparable a la que sufrió la economía española entre 1929 y 1935, con la Guerra Civil por medio. Desde entonces, sin embargo, el PIB por habitante se ha multiplicado por 15 veces, según explicó Prados en una reciente jornada sobre Desigualdad de la renta en España organizada por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).

COMPARACIÓN INTERNACIONAL

Según datos de la organización de países desarrollados OCDE, de los treinta y tres países para los que hay información, España fue el cuarto en el que más cayó la renta media durante la crisis reciente (sólo superada por Grecia, Islandia e Irlanda), pero aquel donde mayor fue la distancia entre la evolución de la renta del 10% más rico y del 10% más pobre.

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 “Quedan pocas dudas, por tanto, de que con los datos oficiales y los indicadores más habituales, España es en la actualidad uno de los países ricos donde mayor es la desigualdad”, concluyó Luis Ayala, catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos, en la jornada académica de Fedea. “La crisis y el impacto diferencial del desempleo en España han hecho que el reparto de la renta sea todavía más desigualitario que años atrás”, añadió.

El porcentaje de hogares sin ingresos en España ha pasado del 1,7% en el 2008 al 4% en el 2016 (unos 719.000 hogares), según la encuesta de población activa (EPA). Al mismo tiempo, se estima que unos tres millones de españoles han salido de la clase media para engrosar el grupo de quienes tienen menores ingresos.

DESIGUALDAD DURADERA

La cuestión, según Ayala, es si la rápida creación de empleo que ya experimenta la economía española será suficiente para reducir los elevados niveles de desigualdad y su respuesta es ‘no’.

Esta opinión nace del hecho de que durante la etapa de fuerte crecimiento económico, previa al estallido de la crisis, la desigualdad entre distintos niveles de renta aumentó en España. El catedrático atribuye este proceso al auge de “las diferencias salariales y del empleo de baja remuneración”, por eso concluye que la creación de empleo no bastará para reducir la desigualdad si persiste el proceso de devaluación de los sueldos y advierte de que el "intenso crecimiento de la desigualdad" podría tener efectos duraderos.

“Se ha roto el vínculo entre crecimiento económico y reducción de la desigualdad”, afirma. “En España hace mucho que se dejó de reducir la desigualdad”, desde la década de los ochenta, cuando coincidió crecimiento económico y avance en las prestaciones sociales.

Se estima que en España, el 13% de los ocupados están por debajo del nivel de pobreza. Esta tasa ha aumentado en tres puntos en los últimos años, desde el 10% del 2007 al 13% en el 2015 y solo es superada por Rumanía, según la Encuesta Europea de Condiciones de Vida

TRAMPAS DE POBREZA

Contra la tesis expuesta por Ayala, sobre el riesgo de una "desigualdad duradera" se pronunció el director de Fedea. Ángel de la Fuente atribuyó a la creación de empleo un protagonismo mayor en la reducción de las desigualdades y aunque admitió que “seguramente habrá que reforzar las rentas mínimas” para compensar el deterioro salarial también advirtió contra el riesgo de generar “trampas de pobreza” en aquellos colectivos que prefieren seguir recibiendo una prestación, por baja que sea estA, antes que buscar una ocupación.