Abengoa, de fabricante de contadores a referente mundial de las energías renovables

La compañía ha pasado de ser mencionada por Barack Obama a caer aplastada por el peso de su deuda

AGUSTÍ SALA / BARCELONA

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Abengoa ha pasado durante su historia de ser una pequeña sociedad familiar dedicada a montajes eléctricos a un referente de las energías renovables a escala internacional. El mismísimo presidente de EEUU, Barack Obama, anunció en el 2010 que la firma andaluza era la beneficiaria de unos de los dos grandes proyectos de plantas solares previstos en Arizona por valor de 2.000 millones de dólares.

Ese fue el punto álgido de la compañía familiar, pero a la vez el inicio del descenso de un grupo que el año que viene cumplirá 75 años. Nacida en 1941, el origen fue la sociedad Abengoa, SL, creada por los ingrnieros Javier Benjumea Puigcerver y José Manuel Abaurre Fernández-Pasalagua, junto con tres amigos  y familiares. El capital social era de 180.000 pesetas (el equivalente a 1.082 euros). Dedicada a los montajes eléctricos, su primer objetivo fue fabricar un contador monofásico de cinco amperios.

Ante la dificultad de desarrollar ese proyecto, dos años después se dedicó a aprovechar las oportunidades de la época y empezó a elaborar proyectos y estudios técnicos, así como montajes eléctricos.

INTERNACIONALIZACIÓN

La compañía, con sede en Sevilla, inició la internacionalización en los años 60 del siglo pasado. Los primeros proyectos en el exterior se llevaron a cabo en Colombia, Venezuela y Guatemala., La primera oficina internacional la creó en Argentina. 

El hijo del fundador, Felipe Benjumea, tomó las riendas de la empresa en 1970. Compartió el liderazgo con su hermano Javier. Entre ambos diversificaron el negocio para adaptarse al mercado con la innovación como seña de identidad.

Abengoa se centró entre los años 90 y los 2000 en el desarrollo y la innovación dentro del ámbito de las energías renovables, las tecnologías de la información, los biocombustibles o el medio ambiente.

PRIMERA DE ANDALUCÍA

Convertida en la principal empresa privada de Andalucía, Abengoa, se fue extendiendo por todo el planeta hasta estar presente en 80 países con un total de 12 plantas de energía solar, 16 de bioenergía y ocho desanilizadoras, además de una treintena de líneas de transmisión.El negocio se realiza  a través de actividades de ingneiería y construcción, infraestructuras de tipo industrial y producción industrial.

El crecimiento fue continuo, con la creación de filiales como la firma tecnológica Telvent, de la que que vendió el 40% a principios de los 2000, para concentrarse en el negocio de las energías renovables y el medio ambiente.

La empresa cotiza además de en la bolsa española en la de Nueva York y está presente en los tres mercados principales de bioetanol (EEUU, UE y Brasil), además de China o India.

Abengoa nunca ha renunciado a fichar a personajes de relevancia, como en su día hizo con Bill Richardson, antiguo secretario de Energía de Bill Clinton, o el exministro Josep Borrell, que forma parte de su consejo de administración.

RECORTE DEL GOBIERNO

El ascenso, sin embargo, ha tenido sus consecuencias, en forma de un exceso de deuda. Tampoco ha sido ajeno a la debacle el recorte de las energías renovables aprobado por el Gobierno del PP, que supuso una mazazo a su apuesta por la energía solar, cuyo exponente es el parque Solucar, en el término sevillano de Sanlúcar la Mayor.

Al final, el peso de la deuda mezclado con los cambios regulatorios en España han puesto la puntilla a una empresa que confiaba en que Gestamp la rescatara. Pero no ah sido posible. La banca acreedora, por ahora, tiene la llave para evitar que los cuatro meses de preconcurso acaben en la mayor quiebra de la historia empresarial española.