El exdirectivo de la BPA entra hundido en prisión

Tras 48 horas literalmente «hundido» en los calabozos de la comisaría de la Policía de Andorra, el que fuera consejero delegado de la Banca Privada de Andorra (BPA), Joan Pau Miquel, rompió su silencio al llegar al juzgado y ante el fiscal general del Principat Alfons Alberca y la magistrada Canòlic Mingorance respondió a un durísimo interrogatorio. El banquero, «emocionalmente destrozado», fue bombardeado por un «aluvión de pruebas documentales» que en ocasiones solo tuvieron por respuesta un movimiento afirmativo con la cabeza, según fuentes al corriente de las pesquisas. A las tres de la madrugada, la jueza aceptó la petición del fiscal y le envió a prisión, sin fianza, acusado de un delito continuado de blanqueo de capitales, de procedencia ilícita.

La investigación continua abierta. El fiscal, apoyado por el grupo de blanqueo de capitales de la Policía de Andorra trata de definir hasta donde llegaban las operaciones de blanqueo de la entidad. Si el centrifugado de las fortunas de Gao Ping, Andrei Petrov fueron puntuales o, como sospecha el Departamento del Tesoro norteamericano, la corrupción estaba «institucionalizada». En su demoledor informe de la semana pasada, los norteamericanos señalaban también que algunos responsables de la entidad blanquearon dinero procedente del cartel de Sinaloa y de dirigentes venezolanos. El fiscal Alberca tiene documentada la implicación del BPA en los casos de la mafia china y la mafia rusa. ¿Y los otros dos asuntos? En eso anda ahora el fiscal que sigue recopilando «valioso material» procedente de la Fiscalía Anticorrupción española.

El viernes pasado Alberca firmó la detención de Joan Pau Miquel y de otras dos personas más vinculadas con la entidad. Se trata de una ciudadana china que hace tres años que no vive en Andorra y que trabajaba como intermediaria entre el banco y el equipo de blanqueo de capitales de Gao Ping. La mujer está identificada y se cursará una orden internacional de búsqueda y captura. La tercera orden de detención es para otro directivo de la BPA que trabaja y vive a caballo entre el Principat y Madrid. El viernes fue localizado en la capital de España y atendió al telefóno. Aseguró que el lunes se presentaría en las dependencias de la Policía de Andorra, pero ayer nadie lo vio, ni en comisaría ni en los juzgado.

Este financiero estaría vinculado con los procesos de blanqueo que el magnate ruso Andrei Petrov diseñó durante su estancia en Lloret de Mar, donde fue detenido por la Guardia Civil en el marco de la operación Clotilde. De momento, no hay más órdenes de detención firmadas. Aunque la investigación «no ha hecho más que empezar», aseguran a este diario fuentes al corriente de las pesquisas.