ENTREVISTA

Luca de Meo: "Necesitamos mercados abiertos y estabilidad"

El presidente espera llegar a un 50% de coches con motor diésel revisados en unas semanas

Luca de Meo, en las oficinas de Seat con la fábrica de Martorell al fondo.

Luca de Meo, en las oficinas de Seat con la fábrica de Martorell al fondo.

ANTONI FUENTES / BARCELONA

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El presidente de SeatLuca de Meo, no se pronuncia sobre el proceso soberanista en Catalunya, pero reclama "mercados abiertos y estabilidad" para que la compañía pueda planificar su estrategia.  

Usted es italiano y está acostumbrado a contextos políticos intensos y agitados. ¿Cómo ve la situación política en Catalunya? Mi trabajo no es hablar de política, es que esta empresa funcione y contribuya al desarrollo económico. Sabemos que tenemos un papel importante y una responsabilidad importante. Es una decisión de los catalanes, de los españoles y de los gobiernos. No entramos ahí. Lo que sí hacemos es reconectar la empresa con la sociedad. Yo me dí cuenta de que Seat estaba de espaldas a la ciudad. Mi predecesor, Jürgen Stackmann, empezó a hacerlo y yo también estoy intentando que la gente sepa la importancia de tener una empresa como Seat. Para eso necesitamos mercados abiertos, estabilidad y un poco de perspectiva. Lo que molesta es no saber qué va a pasar, necesitamos planificar, somos un grupo internacional. Estoy acostumbrado a situaciones complicadas pero no soy un experto en política ni tan arrogante como para dar consejos.

Seat está intensificando la asociación de la marca con Barcelona de forma más clara que antes. Sí, porque Barcelona es una ciudad muy atractiva por su conjunto de valores. Nosotros somos de aquí. Para Seat es algo como sucede con las marcas de moda de París o Milán. Pero esa conexión hay que ganársela y por eso intentamos invertir en la ciudad y buscar soluciones para la movilidad que puedan ver sus habitantes, por ejemplo. Barcelona es una superplataforma porque hay pocos constructores de automóviles que estén en una área metropolitana tan compleja y moderna, muchas fábricas están en medio del campo. Nosotros estamos aquí y podemos ver el resultado de nuestros experimentos. Nosotros hacemos nuestros eventos aquí y rodamos los anuncios en Barcelona, lo que también genera empleo. Seat es más que una fábrica.

EFECTO DEL 'DIESELGATE'

Viendo el aumento experimentado por las ventas de Seat, ¿se puede decir que el escándalo de los motores diésel de Volkswagen ha tenido un impacto escaso? Nosotros no hemos hecho provisiones económicas porque de eso se encarga el grupo. Está claro que cuando te pasa algo así, empiezas a ver nubes negras. Nosotros nos hemos centrado en buscar una solución lo más rápida posible y en dar servicio al cliente. A nivel comercial no hemos visto un gran impacto. A nivel de imagen de marca, ha habido un impacto corporativo de grupo, pero no entre los clientes de Seat.

¿En qué situación se encuentra el plan de revisiones para los coches con motores afectados? Desde diciembre tenemos la solución para los motores 1.6, que son los de mayor volumen, y por tanto ya podemos ofrecer una solución para el 98%. A nivel europeo, estábamos en un 35% de coches revisados ya. Vamos a un ritmo de 20.000 coches cada semana en Europa y espero que todos vayan a pasar la revisión. Espero que muy pronto, en unas semanas, superaremos ya el 50%.

¿Qué efecto ha tenido este problema del grupo junto con la tendencia del mercado de descenso del diésel en la demanda de gasolina y gasóleo de los clientes? Por el momento no hemos visto un gran efecto. En los coches pequeños, como el Ibiza, sí vemos esa tendencia. En el Ibiza, el diésel está ahora en el 20%. También es un tema de oferta porque si tienes tres motores de gasolina y uno diésel es lógico que vendas más de gasolina. En el futuro, para lograr los objetivos de CO2 el coste marginal de adaptar los motores diésel será más alto que en los de gasolina, mientras que los costes de los eléctricos bajarán. Llegará un punto, quizá en 10 años, en que los costes del diésel y de los eléctricos serán iguales.