Daimler retirará tres millones de vehículos manipulados en toda Europa

El fabricante alemán destinará 220 millones de euros en analizar y readaptar los coches para reducir su nivel de emisiones contaminantes

Cadena de montaje de Daimler en la ciudad alemana de Bremen.

Cadena de montaje de Daimler en la ciudad alemana de Bremen.

CARLES PLANAS BOU / BERLÍN

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Daimler pondrá de su parte para evitar que el escándalo por la manipulación de sus vehículos se haga más grande. Según ha explicado en un comunicado, el fabricante automovilístico alemán retirará voluntariamente más de tres millones de sus coches de la marca Mercedes-Benz en toda Europa y revisará su sistema para que no incumplan con las leyes medioambientales. Para ello, Daimler destinará hasta 220 millones de euros en una operación que, aseguran, no repercutirá en el bolsillo de sus clientes.

De esta manera, la empresa de Stuttgart ampliará masivamente la campaña que actualmente ya llevaba a cabo para readaptar sus vehículos diésel "en una estrecha colaboración y con la aprobación de las autoridades alemanas". Desde la primavera del 2016, Daimler ha sido obligada por Berlín a retirar temporalmente y analizar hasta 274.000 vehículos al año para comprobar sus emisiones contaminantes. "El debate público sobre los motores diésel está causando incertidumbre así que hemos tomado medidas adicionales para tranquilizar a los conductores", ha remarcado en el comunicado Dieter Zetsche, presidente ejecutivo de la compañía.

PRESIÓN TRAS EL ESCÁNDALO

Bajo una intensa presión, la reacción de Daimler llega después de que el pasado miércoles 12 de julio se destapase que habían manipulado más de un millón de sus vehículos para falsear sus niveles de emisión de gases contaminantes y esquivar así los controles de las autoridades, una mala praxis que también practicó otros gigante de la automoción alemana como Volkswagen. Poco después, la dirección ejecutiva de Daimler se reunió con las autoridades federales en Berlín y aseguró que combatiría las acusaciones que pesan sobre su empresa “con todos los medios legales”.

La adaptación de estos tres millones de vehículos empezará en las próximas semanas y debido al gran alcance de esta medida se ampliará por un largo período de tiempo. La dirección de Daimler trabajará en las próximas semanas junto al ministro de Transporte alemán Alexander Dobrindt para atajar cuando antes un escándalo que puede golpear severamente una industria del motor alemana que se ha convertido en las últimas décadas en un pilar esencial de su poderosa economía.