Construmat asume el reto de la recuperación del sector

"La construcción es un motor de cuatro cilindros y hasta que los cuatro no estén a pleno rendimiento no se podrá hablar de recuperación total del sector". Y lo cierto, según Josep Ramón Fontana, responsable de mercados del ITeC (Instituto de Tecnología de la Construcción de Catalunya) es que el cilindro que corresponde a la ingeniería civil o obra pública sigue prácticamente paralizado y el de la rehabilitación no acaba de arrancar. En ese entorno, la vigésima edición de la feria de la construcción de Barcelona (Barcelona Building Construmat), que se celebrará del 23 al 26 de mayo en el recinto ferial de Gran Via, apuesta por la recuperación del sector, aunque reconoce que esta se produce pero de forma muy desigual. Pero se lo plantea desde la perspectiva de la innovación. "Estamos ante la revolución industrial 4.0 y tiene su efecto en la construcción:  la innovación está explotando alrededor nuestro. Es la gran oportunidad de recuperación y crecimiento del sector", ha destacado la presidenta del salón y también de la constructora Soriguè, Ana Vallés.

Se trata, en todo caso, de una recuperación que "va por barrios", ha explicado Fontana en relación al informe realizado por el instituto para el BBC y en el que se constata que, desde el punto de vista autonómico, aquellas comunidades que sufrieron menos durante la crisis, son las que en mejor estado se encuentran de cara a la recuperación de la actividad. En este sentido destacan Baleares, Madrid y País Vasco, donde la caída de la actividad fue inferior al 70%. Catalunya se encuentra en un amplio grupo, como Andalucía, Galicia, Exrtremadura y Aragón, donde la caída fue de entre el 70% y el 80% y en el grupo con una calificación C --se incluyen tres categorías: A, B y C-- se incluyen comunidades como Castilla-La Mancha, Murcia, navarra o Valencia, donde la caída de la actividad fue superior al 80%.

ABANDONAR LA ZONA DE CONFORT

El sector, de todas formas, tiene ante sí el reto de abandonar su tradicional "zona de confort" --el proyecto y la ejecución-- y participar también durante la fase de explotación del edificio o de la infraestructura hasta el final de su vida útil, ha insistido Fontana. Los edificios una vez construidos tienen una trayectoria, y si el sector no se encarga está perdiendo una oportunidad de mercado: "Hay un nicho de valor que les intimida por el miedo a lo desconocido, y eso lo alivia la tecnología".

Exponen que las nuevas tecnologías "pueden influir decisivamente a mejorar la eficiencia y los sobrecostes" y los nuevos materiales ayudan en un entorno de sensibilidad ambiental creciente, pero lamentan que el sector de la construcción es el que menos invierte en innovación. Se plantea Fontana que la innovación puede ser, además una vía para establecer un nuevo modelo de gestión de los proyectos, más eficaz y transparente, que ayuda a evitar los antiguos vicios del sector. 

En este sentido, el salón destinará un área exclusiva a la innovación en la construcción con una superficie de 2.000 metros cuadrados, donde se mostrarán las novedades y avances del sector. Este espació será uno de los principales reclamos de una feria que contará con más cerca de 400 empresas y 700 marcas representadas y una superficie total del 13.000 metros cuadrados, "la mayor de la que ha dispuesto el salón en los últimos años, ha subrayado la directora del certamen, Ione Ruete.