AJUSTES EN EL SECTOR FINANCIERO

Catalunya es la autonomía que ha sufrido más cierres de oficinas bancarias

Una oficina bancaria en Barcelona.

Una oficina bancaria en Barcelona. / periodico

PABLO ALLENDESALAZAR / MADRID

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La burbuja inmobiliaria llevó a la banca española a un crecimiento desaforado de oficinas, que se ha visto obligada a corregir durante la crisis. Sin embargo, el ajuste de la red, y por tanto también de puestos de trabajo, no ha sido homogéneo. Catalunya es la comunidad que más sucursales ha perdido con el consiguiente perjuicio para los clientes, que cada vez tienen más dificultades para encontrar una oficina cerca, sobre todo en las zonas menos pobladas. Y lo peor es que el proceso no ha terminado: las autoridades españoles e internacionales siguen empujando a los bancos a hacer recortes adicionales.

España era el país del mundo con más sucursales por cada 1.000 habitantes antes de la crisis: 1,04 en el 2007, por delante de Bulgaria (0,88) e Islandia (0,73), según el Banco Mundial. El fuerte ajuste realizado por los bancos le hizo bajar al cuarto lugar (0,67) en el 2015, superada por Colombia (2,5), Ecuador (0,75) y Mongolia (0,7), pero todavía seguía muy por encima del resto países europeos. Y ello a pesar de haber realizado un recorte del 38,3% desde el máximo del tercer trimestre del 2008, hasta las 0,61 al cierre del 2016, según datos del Instituto Nacional de Estadística y el Banco de España.

Catalunya ha sufrido el mayor recorte: ha perdido la mitad (50%), desde las 1,1 sucursales por cada 1.000 habitantes hasta las 0,55. Así, ha pasado de ser la sexta comunidad con mayor red para atender a la población en el 2008 a ser la cuarta con menos puntos comerciales a disposición del cliente, solo por detrás de Canarias (0,45), Andalucía (0,54) y Madrid (0,55). La comunidad ha visto como echaban el cierre 3.994 oficinas en esos ocho años, hasta contar con 4.211, la cifra más baja desde junio de 1979 y que supone un recorte del 48,6% frente al 2008. Casi uno de cada cuatro locales a los que se echó la persiana definitivamente en España durante esos años (un 22,8% de 17.475, hasta las 28.807, la cota más baja desde junio de 1982) era de Catalunya.

DEBACLE DE LAS 'CAIXES'

La principal razón es que era la comunidad que contaba con más cajas antes de la crisis, diez, de las que solo ha sobrevivido una, CaixaBank, mientras que el resto han sido absorbidas por esta entidad, el Sabadell y, sobre todo, el BBVA. "En general, las comunidades autónomas donde el ajuste en la red ha sido mayor se corresponden con aquellas donde se han concentrado fusiones entre cajas intervenidas y absorciones posteriores. Y un ejemplo es Catalunya. El Estado, a través del FROB, exigía un ajuste de red cuando concedía ayudas y la Comisión Europea también imponía recortes", explica Joaquín Maudos, catedrático de economía de la Universidad de Valencia y director adjunto del Ivie.

El recorte, en cambio, no tiene relación con el peso de la economía catalana, que sigue siendo la primera de España con una participación en el PIB del 19% al cierre del 2016, ni con su evolución, ya que fue una de las seis que logró crecer entre el 2008 y el 2016 (un 1,39%, por detrás Baleares, Madrid, País Vasco y Navarra) pese a que el conjunto de España perdió el 0,2%. Tampoco se ha traslado de forma directa a una mayor caída del crédito: bajó en Catalunya el 32,1%, pero en otras nueve comunidades tuvo una evolución peor. En lo que sí se traduce, además de en mayores inconvenientes para los clientes, es en el empleo. Tomando los 4,5 empleados por oficinas del 2011, en la región se han perdido 17.748 trabajos en la banca, y ello sin tener en cuenta el cierre de los servicios centrales de las 'caixes' desaparecidas.

AJUSTE PENDIENTE

El ajuste no ha tocado a su fin. El Banco de España desde hace casi dos años lleva instando al sector en esa dirección, como también el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo (BCE), cuyo presidente, Mario Draghi, ha repetido el mensaje hace unos días en Madrid. "Obviamente el acceso a los servicios bancarios empeorara en los próximos años pero es necesario el cierre de oficinas para asegurar la viabilidad del sector. Para evitar la exclusión financiera de grupos de ciudadanos, las Administraciones Públicas tienen un papel que cumplir, para empezar asegurando que no haya exclusión tecnológica que impida el acceso a la banca online", apunta el académico.

Con datos del 2015 del BCE, España contaba ese año con 1.493 habitantes por oficina, frente a una media de 2.170 en la eurozona, con lo que sigue siendo el país con menos población por sucursal. "Si además tenemos en cuenta que somos el segundo país de la UE con oficinas mas pequeñas, solo 6 empleados por oficina, y que la eficiencia no ha mejorado, y que la rentabilidad es reducida, es necesario seguir ajustando la red. Son lógicas las recomendaciones del BCE y del Banco de España", argumenta Maudos.

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Barcelona\u00a0registr\u00f3 el 75% de los cierres en Catalunya","text":"La provincia de Girona sufri\u00f3 un ajuste de 407 sucursales, que equivale al 46,9%, con lo que la cifra resultante es de\u00a0459 oficinas abiertas. La de Tarragona perdi\u00f3 389, lo que supone un\u00a046,4%, y cerr\u00f3 el periodo con 448. Y la provincia de Lleida cerr\u00f3 224 sucursales,\u00a0el 37,8% de las que hab\u00eda, con lo que se qued\u00f3 con\u00a0368 puntos de atenci\u00f3n a clientes de entidades financieras."}}