INVESTIGACIÓN Y EMPRESA

Científico busca empresario

Ochenta investigadores con proyectos y emprendedores con experiencia se citan para crear tándems con los que impulsar negocios

Maria Isabel Castellanos en el laboratorio de la Universitat Politecnica.

Maria Isabel Castellanos en el laboratorio de la Universitat Politecnica. / periodico

AGUSTÍ SALA / BARCELONA

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Muchas veces el problema de que una idea proyecto prospere no es solo una cuestión de dinero. También se requieren conocimientos empresariales para que el proyecto o servicio llegue al mercado y pueda ser rentable. Con este objetivo surgió la idea de juntar en un mismo espacio a científicos e investigadores con emprendedores y gestores, bajo el lema Health & Bio Team Dating. En ese marco se encontraron en Barcelona 40 científicos y 40 emprendedores que llevaron a cabo unas 300 entrevistas.

"Ya se está trabajando en algunos acuerdos para desarrollar planes de negocio o conseguir capital que surgieron de los contactos en ese encuentro", explica Jordi Naval, director de la Fundació Bosch i Gimpera, uno de los promotores de este evento junto con la patronal CataloniaBio; la entidad promotora de las biociencias Biocat y el programa de apoyo a 'startups' del Banc Sabadell.

La idea es que este evento, celebrado a principios de diciembre, se celebre periódicamente. Marc Ramis, consejero delegado de Tech and Business Innovation, como emprendedor, acudió a este encuentro, con la idea de "conocer proyectos que se están llevando a cabo desde el mundo científico y que cuentan con potencial para el desarrollo de una empresa de base tecnológica. Y los hay". 

Al otro lado, María Isabel Castellanos, una doctoranda ingeniera industrial de origen colombiano con un proyecto para aplicar nuevos materiales en cardiología, vio cumplidas sus metas de establecer contactos. Cauta, al no tener aún patentada su idea, asegura que negocian con el Hospital Sant Joan de Deu, donde está desarrollando sus trabajos, y un centro tecnológico para el desarrollo de un prototipo. Aunque antes de esta cita ya había encontrado a una persona conocedora del mundo de las finanzas -"la parte que necesitaba", afirma-, finalmente optó por acudir al evento. Y le sirvió "para establecer contactos para cuando el proyecto esté más maduro".  

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De eso se trata, de que en esa pareja de interés cada uno juegue su rol, explica Naval, cuya fundación participa en varias biotecnológicas, dedes Iproteos hasta Minoryx, que acaba de protagonizar la mayor ronda de financiación de una firma de este sector en Catalunya, con casi 20 millones de euros; aunque se dedica a buscar terapias para enfermedades raras y minoritarias. El gestor y el científico de esta empresa, Marc Martinell y Xavier Barril, respectivamente, acudieron a la reunión para explicar un caso de éxito en el que funciona este binomio.

100 MILLONES ESTE AÑO

A veces, que el investigador haga de emprendedor o directivo o que el gestor quiera inmiscuirse en el laboratorio puede acabar mal."O hace una cosa o la otra.O se dedica a la parte más científica o tiene que acabar dejándola y dedicándose a la gestión", afirma Ramis. De ahí la importancia de forjar un buen tándem, como el que crearon Martinell y Barril en Minoryx, explica Ramis.  

En la actualidad es un buen momento para fomentar este tipo de contactos, dado el interés que han vuelto a despertar por ejemplo las compañías biotecnológicas.Este año puede acabar con un volumen de inversión de unos 100 millones de euros en el sector biotecnológico, de los que la mitad proceden de fuera de España. En el 2010, apenas alcanzó los seis millones. 

"Se trata de que hablen e intercambien opiniones e ideas",agrega. De estos binomios suele surgir un mayor potencial. Hasta en la más genial e innovadora de las compañías, como Google, sus fundadores, Sergei Brin y Larry Page tuvieron que acabar fichando en el 2001 a un consejero delegado, Eric Schmidt, que hoy es el presidente.