CRECIMIENTO

Cabify cerrará el año con más de 1.000 coches en Barcelona

La firma traerá a la ciudad su servicio de alquiler de motos eléctricas

Un coche de Cabify en Barcelona.

Un coche de Cabify en Barcelona.

Josep M. Berengueras

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Cabify, la compañía que ofrece una app para viajar en vehículos de alquiler con conductor (VTC), prepara un ambicioso plan de expansión en Barcelona. Después de su llegada a Barcelona en diciembre del 2016 con 50 coches en servicio, actualmente trabaja con 250 vehículos250 . Ahora, la firma prepara su siguiente gran salto: prevé cerrar el año con "más de 1.000 vehículos trabajando para Cabify, multiplicando por cinco la actividad actual".

Así lo asegura a este diario el director general de Cabify en Barcelona, Oriol Sanleandro. La compañía valora que desde su aterrizaje en Barcelona "la demanda y el crecimiento ha sido espectacular", y que este año quieren aprovechar la multitud de licencias VTC que probablemente se concederán en los tribunales para ampliar el servicio. Fuentes de Uber, que opera de forma similar en BarcelonaUber, , aseguran a este diario que también buscan ampliar operaciones con más licencias, sin especificar el número.

Según Sanleandro, estas nuevas licencias serán de empresas que ya trabajan con Cabify y de nuevas, y ya están apalabradas. "El reto será mantener el nivel de exigencia y calidad. Pero lo que está claro es que hay demanda de sobra, las cifras que manejamos lo demuestran". Este año, la firma prevé hacer más de dos millones de desplazamientos en la ciudad de Barcelona. "De hecho, una de las peculiaridades de Barcelona es que la demanda no es estacional como pasa en otros sitios, sino que aquí es más estable todo el año", agrega.

La empresa, cómo no, está muy pendiente de toda la cuestión regulatoria. Y la que más preocupa en la actualidad es el reglamento sobre VTC que ha aprobado inicialmente el Àrea Metropolitana de Barcelona y que fija una especie de doble licencia: el reglamento de la AMB (cuya presidente es la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau) prevé que se precise una licencia extra para poder operar, lo que la práctica significaría probablemente una reducción drástica de la presencia de VTC.

Según fuentes municipales, el texto logre probablemente su aprobación definitiva en junio, y a partir de entonces el consistorio "lo aplicará". Sin embargo, el texto será impugnado, al menos, por la patronal de las VTC, Unauto, que calificó el texto de "error histórico" por "no tener competencias" (son de Fomento, que las cede a las comunidades autónomas). "En el fondo, es un texto que protege al taxi, como ha dictado la Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO). Busca reducir la congestión, pero solo favorece a un colectivo. Nosotros ofrecemos una solución que combate la congestión y la polución: tenemos calculado que cada Cabify quita de las calles 30 coches particulares", dice Sanleandro.

El directivo, sin embargo, denuncia algo que aún considera más grave: "No se ha tenido en cuenta ni a Unauto ni a Cabify al desarrollar el reglamento". Y pone como ejemplo: ha reclamado "al menos en seis o siete ocasiones" reunirse para explicar su proyecto y su visión con Colau o su equipo, sin éxito. "Nosotros no competimos contra el taxi, sino contra el vehículo privado", agrega.

Motos eléctricas

Mientras la firma está pendiente del entorno regulatorio, la compañía no solo prevé aumentar su actividad con más coches VTC, sino también con otros servicios.

El que antes llegará, quizá antes de que acabe el año, de su servicio de moto eléctrica Movo. Este, que ya está en pruebas en Madrid, permite el alquiler de motos y pago por minuto usado (similar a eCooltra). Y, de cara al futuro, estudiarán el alquiler de coches y también un servicio de bicis compartidas.