Bankia salió a bolsa con las cuentas maquilladas, según los peritos

Rodrigo Rato y José Ignacio Goirigolzarri.

Rodrigo Rato y José Ignacio Goirigolzarri.

OLGA GRAU / BARCELONA

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Las cuentas de Bankia, que ha sido rescatada con más de 20.000 millones de euros, fueron maquilladas y no reflejaron el valor contable real de la entidad financiera en su estreno en bolsa el 20 de julio del 2011 bajo la presidencia de Rodrigo Rato. La reformulación de las cuentas posterior, realizada en el 2012 por el nuevo equipo encabezado por José Ignacio Gorigolzarri, tampoco se hizo correctamente. Estas son las principales conclusiones de un demoledor informe realizado por dos inspectores del Banco de España que han hecho sus pesquisas de forma independiente y por encargo del Juez Fernando Andreu en la macrocausa que este instruye en la Audiencia Nacional contra 31 exconsejeros de Bankia y Banco Financiero de Ahorros.

El informe concluye que existen «errores contables» en las cuentas anuales individuales y consolidadas del 31 de diciembre del 2010, cuando las siete cajas de ahorros lideradas por Caja Madrid y Bancaja se unieron en el Sistema Integrado de Protección (SIP) que fue el embrión de Bankia. También se repitieron estos errores en las formuladas el 31 de diciembre del 2011 y las reformuladas por el equipo de Goirigolzarri el 25 y el 28 de mayo del 2011.

Los peritos del Banco de España afirman que se produjeron «errores contables» que son el resultado de «omisiones o inexactitudes resultantes de fallos al emplear la información, que estaba disponible cuando los estados financieros para tales periodos fueron formulados».

¿SE SABÍA Y SE OCULTÓ?/ Así, los inspectores sostienen que la controversia no es tanto si había un deterioro de activos del grupo y su cuantificación, sino si existía información y ésta pudo obtenerse en su momento para registrar el deterioro cuando correspondía, es decir, antes de que Bankia debutara en bolsa y captara 3.100 millones de euros, de los que el 60% fueron aportados por pequeños accionistas.

«Según la documentación examinada, no puede alegarse desconocimiento de este deterioro a 31 de diciembre del 2010, porque BFA (accionista de Bankia) tenía la información necesaria o estaba a su alcance conseguirla, para establecer la correcta valoración de los activos», expresan los peritos del Banco de España.

ENGAÑO Y TARJETAS 'BLACK'/ La conclusión es contundente: los estados contables individuales y consolidados de Bankia y de BFA no expresaban la imagen fiel de la entidad a 31 de diciembre del 2010. Lo que es lo mismo que decir que los accionistas fueron engañados al comprar las acciones del banco. La cadena de responsabilidades que apunta el informe es larga y los peritos apuntan de lleno a la auditora Deloitte, que firmó las cuentas sin reparos.

El informe constata la voluntad de ocultación de las tarjetas opacas con las que los directivos se gastaron 12 millones de euros que no declararon a la Agencia Tributaria, no reconocieron en la contabilidad, ni en las auditorías, ni en la salida a bolsa.