Arabia Saudí agua las perspectivas de un acuerdo para producir menos petróleo

El principal exportador mundial supedita congelar o reducir la oferta a que también lo haga Irán

El ministro de Defensa Mohammed bin Salman (izquierda) y el nuevo heredero del trono saudí Mohammed bin Nayef (derecha).

El ministro de Defensa Mohammed bin Salman (izquierda) y el nuevo heredero del trono saudí Mohammed bin Nayef (derecha). / mcp

AGUSTÍ SALA / BARCELONA

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Como en una serie de intriga, las perspectivas de un acuerdo para congelar reducir la producción de petróleo en la cumbre que se celebrará este domingo en Doha (Catar) se aguan. Tras unos días en los que se vislumbraba la posibilidad de un pacto, Arabia Saudí, el principal exportador mundial, se ha encargado de enfriar la euforia que ha impulsado el precio del barril de crudo en los últimos días.

Un portavoz de la casa real ha afirmado que el país solo contendrá el bombeo de barriles si también lo hacen otros países productores, en declaraciones a Bloomberg. Y eso incluye a Irán, que ha decidido no acudir a la cita de Doha, en la que participarán los países del cártel exportador, la OPEP, y otros productores que no forman parte de esa organización, como Rusia o México. Tampoco quiere reducir ni un solo barril su oferta después de que la ONU levantara las sanciones que le había impuesto.

Así las cosas, las posibilidades de un acuerdo se desinflan en vísperas del encuentro. En caso de un fracaso podría producirse un nuevo derrumbe de los precios como sucedió en noviembre del 2014, cuando la OPEP decidió que no era necesario reducir la producción. En febrero pasado, un grupo de productores (Arabia Saudí, Rusia, Catar y Venezuela) pactaron congelar la oferta, pero los efectos de esa iniciativa fueron muy limitados.

Los saudís estarían dispuestos a contener la oferta diaria a unos 10,3 o 1,4 millones de barriles diarios, solo si el resto de productores también congelan su actividad, según declaró el príncipe Mohamed bin Salman en una entrevista el jueves pasado. A su vez adviertede que el país podría incremnear su producció de forma inmediata e incluso duplicarla a largo plazo.

Por su parte, un portavoz iraní ha respondido que el país "no ve razones" para acudir a la cumbre de Doha, ya que tienen necesidad de recuperar los niveles de producción que tenían antes de que les impusieran sanciones internacionales.

GUERRA DE DECLARACIONES

La guerra de declaraciones entre los saudí y su principal rival en la zona envuelven de nubarrones el encuentro de este domingo y podrían frenar la recuperación experimentada por el petróleo. Desde el pacto de febrero pasado, la cotización del barril ha subido el 30% y, desde que Rusia anunciara un preacuerdo con Arabia Saudí en vísperas de la cumbre de Doha esta misma semana, el Brent, la calidad de referencia en Europa ha alcanzado el precio más elevado en lo que va de año., por encima de los 44 dólares.

"Si los principales productores no congelan la producción, nosotros no lo haremos", explicó el príncipe saudí, que destaca por ser una figura emergente en el país. Y fue más lejos: "Si no congelamos la oferta, venderemos en todas las oportunidades que tengamos", sentenció.

La cumbre de Doha solo adquiere relevancia si hay un acuerdo. O si no lo hay porque, en ese caso, la cotización del barril puede volverse a desplomar.