Abengoa se sitúa al borde del mayor concurso de la historia española

Planta solar Solucar, de Abengoa, en el término de Sanlúcar la Mayor, en la provincia de Sevilla.

Planta solar Solucar, de Abengoa, en el término de Sanlúcar la Mayor, en la provincia de Sevilla.

OLGA GRAU / AGUSTÍ SALA / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Al borde del la mayor insolvencia de la historia empresarial española. En esa situación se encuentra Abengoa, uno de los referentes de las energías renovables españolas a nivel internacional. La compañía se ha visto forzada a anunciar que presentará el preconcurso de acreedores con el objetivo de ganar tiempo durante un máximo de cuatro meses (tres ampliables a cuatro como prevé la ley) y evitar el que sería el mayor concurso de acreedores jamás visto en la economía española.

La decisión, que provocó la suspensión de su cotización de las acciones del grupo por unas horas, se produce después de que el Grupo Gonvarri, filial de la Corporación Gestamp, abandonara la idea de inyectar 350 millones de euros a través de dos ampliaciones de capital.

Esa operación convertía al grupo de la familia Riberas en el principal accionista, con el 28%, por delante de los propietarios, los Benjumea. Sin embargo para ello contaban con que la banca les apoyara con 1.500 millones. Una parte de los acreedores, en especial el HSBC y Crédit Agricole, se han negado.

DEUDA PROBLEMÁTICA / El centro de atención de los acreedores es la deuda corporativa que no tenga una garantía específica. Las primeras entidades financieras con exposición son Santander, Caixabank y HSBC en posiciones muy similares, según fuentes del sector financiero español; aunque la banca extranjera sumando el conjunto superaría a la española y es precisamente la que ha puesto palos en las ruedas paa alcanzar un acuerdo.

El análisis de la deuda de Abengoa es complejo porque se incluyen conceptos muy diversos que abarcan la deuda bancaria tradicional, la financiación de circulante para operar, colocaciones de bonos y obligaciones y financiación de lo que se conoce como Project finance, es decir, financiación de proyectos de infraestructuras o parques termosolares que una vez están en marcha empiezan a generar ingresos que no se consideran deuda problemática. Este núcleo de pasivo «problemático» se situaría entre 2.000 y 3.000 millones, aunque todavía se está evaluando, según las mismas fuentes.

Al regresar al parquet, los títulos se desplomaron casi un 80%, pero cerraron con un retroceso del 53,85%, hasta los 42 céntimos. Tras esta monumental caída, una de las muchas de los últimos meses, el comité técnico del Ibex-35 decidió excluir a esta empresa de este índice que incluye a las compañías con mayor capitalización.

La compañía, cuyo volumen depasivo supera los 25.000 millones de euros, creció y se internacionalizó (está presente en 80 países, desde EEUU a China o India) a base de endeudarse. Tiene más de 24.000 empleados. El  consejero delegado de Gestamp, Francisco Riberas, tajante, dijo que la ruptura es «definitiva». Dada la importancia de la firma, se ha multiplicado la inquietud de las administraciones. El ministro de Industria, José Manuel Soria, afirmó que esperaba que Gonvarri pudiera alcanzar un acuerdo con la banca y en la misma línea se pronunció la titular de Empleo, Fátima Báñez; o el presidente de la patronal CEOE, Juan Rosell.