El 'boom' de las series europeas

Casi cada país cuenta con su propia tradición y sus títulos loables, pero la última edad de oro de las series estadounidenses ha puesto bastante las pilas a la industria audiovisual europea. No ha sido fácil: ha habido miedo, recelo y, sobre todo, sentimiento de inferioridad. Pero la avanzadilla escandinava abrió los ojos a muchos. 

El alemán Jörg Winger es creador, junto a su esposa Anna, de 'Deutschland 83' (Canal+ Series Xtra), drama de espionaje situado en los estertores de la Guerra Fría. Nos explica: “Cuando EEUU era el único país con grandes series de televisión, los alemanes se decían: ‘Bueno, es EEUU. Es otro planeta. No podemos competir con ellos. Pero en cuanto los escandinavos empezaron a hacer series increíbles, la gente de Alemania dijo: ‘Un momento. Si países relativamente pequeños pueden hacer series de clase mundial, ¿por qué no nosotros?”. 

A principios de década, las series escandinavas habían trascendido su éxito local para convertirse en objeto de culto en otros países, sobre todo Inglaterra. No era solo una extensión de la fiebre por las historias criminales nórdicas (el llamado nordic noir) que también se sintió en el mercado literario a través de Stieg Larsson, Jo Nesbø y tantos otros: parecida pasión podía despertar una serie de trama política como 'Borgen' (Canal+ Series y publicada al completo en DVD/Blu-ray por Emon).

Gracias al impulso, primero, de la siempre en expansión oferta estadounidense, y luego, de las series nórdicas, el momento es ahora en toda Europa “espectacular”, dice Miguel Salvat, director de Contenidos Premium de Movistar+, donde pueden verse un puñado de las series europeas imprescindibles. “Nunca se habían producido en Europa tantas series y de tal nivel de calidad. Europa no es ajena al 'boom' de las nuevas series, sino todo lo contrario”.

A la hora de elegir series, Movistar+ se basa en “la calidad, la diferencia y el potencial de comunicación” de los títulos, aunque Salvat reconoce que siempre hay un elemento de riesgo, “porque nunca sabes qué va a funcionar o cómo va a evolucionar una serie”. Por ahora, no se han equivocado en exceso: de 'Borgen' a 'The missing', de '1992' a 1992'The legacy', pasando por la electrizante 'The last panthers', la oferta de sus canales es escaparate casi impecable del boom europeo. 

Y lo mejor (o lo peor, para el sueño del espectador) es que esto es solo el principio. Las previstas coproducciones de Movistar+ con otros países, las iniciativas de Sky Italia o los planes de Netflix de producir material propio allí donde se asiente hablan de un paisaje en eterna expansión. Repasemos, en pequeños bloques, cómo se defienden los países ahora mismo. El caso español merece, por cercanía y complejidad, artículo aparte; uno que quizá se haya escrito más a menudo.

GRAN BRETAÑA. TRADICIÓN ASENTADA

Si hay un país que no necesitaba el influjo americano, debe ser Gran Bretaña, dueño de una tradición envidiada en la que confluyen obras maestras de la comedia ('Hotel Fawlty', 'The office), gloriosos dramas de época (de 'Retorno a Brideshead' a la primera temporada de 'Downton Abbey'), pasando por ejemplos de la ciencia ficción más emblemática como el universo 'Doctor Who'.

En los últimos años, una de las corrientes más acentuadas en las series británicas es la 'feelbad TV', series en las que uno lo pasa realmente mal pero, a pesar de ello, es incapaz de cambiar de canal o desengancharse. Ahí quedan thrillers ya no dramáticos sino directamente trágicos como 'Happy valley' (en la foto de abajo, Canal+ Series Xtra y DVD/Blu-ray de Emon), sobre una investigación policial teñida de motivos personales, o 'The missing' (Canal+ Series Xtra), estudio sobre la obsesión a partir de la búsqueda de un niño desaparecido. Por suerte, siempre podemos confiar en los británicos para hacernos reír con su flema y sarcasmo: la reciente 'Catastrophe' (Canal+ Series Xtra) es una comedia romántica cruda pero tierna que se atreve a abordar las situaciones que, por lo general, las comedias románticas no se atreven a abordar o ni siquiera consideran.

Sin salir de las islas británicas, el canal público RTÉ One de la República de Irlanda ha acertado con el lanzamiento de 'Clean break', miniserie criminal al estilo nórdico.

DINAMARCA. UN DOGMA PROPIO

Tradicionalmente, las series hechas en Dinamarca habían sido bastante acomodaticias, pero Von Trier lo cambió todo a mediados de los 90 con su 'Dogma', que inspiró a los creadores daneses a refrescar sus conceptos. La cadena pública DR se dejó impregnar de ese espíritu de innovación. Y tras un viaje revelador de sus productores a varios rodajes en Los Ángeles, todo cambió. 

DR funciona desde hace tiempo bajo su propio 'Dogma', su propio conjunto de preceptos. Nos lo explica Piv Bernth, su jefa de ficción: “Siempre tenemos al guionista/productor como líder del equipo: una visión, lo llamamos nosotros. Por otro lado, como cadena pública, tenemos que contar historias que reflejen las vidas de los daneses a diferentes niveles”. Escribe sobre lo que conozcas, esa vieja máxima. “Así es: personajes y temas que se basen en nuestro entorno cultural. Si lo haces de forma compleja, llegarás a un público universal”.

A su vez, cada serie tiene su propio grupo de normas. En el caso de 'The killing', como contó la actriz Sofie Gråbøl en The New Yorker, hay dos básicas: “El sol nunca puede brillar, y Sarah nunca puede sonreír”. Sarah Lund es la investigadora de casos cuyas implicaciones personales y políticas van más allá de lo habitual. “Mi corazón siempre estará con esta serie”, dice Bernth. “Fue la primera que cambió la forma de narrar. Søren Sveistrup creó una gran serie y Sofie Gråbøl creó un personaje complejo e interesante. Fue una experiencia intensa”.

Pero las series danesas no son solo criminales: véanse el maravilloso drama familiar 'The legacy' o la política 'Borgen', cuyo creador, Adam Price, prepara ahora una serie sobre la fe y la religión en la sociedad moderna.

SUECIA, NORUEGA, ISLANDIA. EN BUSCA DE UNA IDENTIDAD

Mientras las series danesas marcan la pauta, otros países nórdicos buscan su propia forma de destacar. Suecia se ha especializado en las adaptaciones de novela negra, con ejemplos como 'Wallander' (en coproducción con varios países), 'Los crímenes de Fjällbacka', la primera adaptación de 'Millennium' (también coproducida) o la algo discreta 'Crimes of passion'.

La mejor serie sueca de los últimos tiempos no escapa al influjo danés, ya que es, precisamente, una coproducción de la cadena pública SVT con la mítica DR: hablamos de 'Bron/Broen' (El puente) (Netflix; DVD y Blu-ray de Emon), el mítico thriller de Hans Rosenfeldt que arranca con el encuentro de un cadáver en el puente de Øresund, que une Dinamarca con Suecia. Pero no podemos olvidarnos de títulos todavía por estrenar aquí como 'Modus', 'Becko el thriller sobrenatural 'Jordskott'. 

Entre los países nórdicos, también busca sus propios hitos Noruega, que últimamente ha aportado el impecable drama bélico 'Operación Telemark' (Netflix), 'Okkupert' (en la foto, creación de Jo Nesbø sobre una Noruega invadida por los rusos) y el drama criminal 'Frikjent'. Islandia, por su parte, ha apostado por el nordic noir con su aplaudida 'Ófærð', dirigida por el chico de oro del cine nacional Baltasar Kormákur.

FRANCIA. LA RESURRECCIÓN

Uno de los temas claves de la islandesa 'Ófærð' (estrenada en el Reino Unido como 'Trapped'; a ver cuándo llega por aquí) es la resurrección: uno de sus personajes es un hombre que, años atrás, sobrevivió nadie sabe bien cómo al incendio de una fábrica de pescado. La serie que revolucionó el paisaje francés hace unos años también gira en torno al mismo tema: 'Les revenants' (Canal+ Series Xtra) explora qué pasaría si la resurrección pasara de verdad y los muertos volvieran a sus casas, con la misma ropa que vestían en el momento de partir, sin nuevas arrugas en su rostro. No era la primera serie francesa potente del siglo (antes estuvieron 'Engrenages' o 'Braquo', esta última en Canal+ Series Xtra y en DVD/Blu-ray de Emon), pero quizá sí la más ambiciosa a todos los niveles, y en la segunda temporada, demasiado enrevesada para su propio perjuicio.

Sea como sea, 'Les revenants' ha supuesto un impulso determinante para la producción televisual de Francia, donde ahora se ven realmente capaces de hacer series con personalidad. El Conservatoire européen d’ecriture audiovisuelle (CEEA) o la prestigiosa escuela de cine Fémis ofrecen formación específica para quienes aspiran a crearlas.

Una inspiración adicional, más allá de 'Les revenants': la coproducción con Inglaterra 'The last panthers' (Canal+ Series Xtra), inspirada en el grupo de atracadores Los Panteras Rosas. Los franceses han aprendido incluso a hacer series políticas, como demuestra 'Baron noir' Baron noir'y podría demostrar 'Marseille', con Gérard Depardieu, prevista para mayo en Netflix.  

ALEMANIA. ESPIONAJE SUBLIME

Como jefe de ficción de la cadena privada alemana RTL, Philipp Steffens se muestra visiblemente entusiasmado por los desafíos que tiene delante de sí. La competitividad puede alimentar la euforia. “Son tiempos excitantes para la televisión y la ficción guionizada”, nos explica. “Todos los canales están probando contenidos diferentes y formas de programar en su búsqueda del siguiente éxito”.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"Philipp Steffens","position":"jefe de ficci\u00f3n de la alemana rtl","text":"\"Me gusta mantener al p\u00fablico al filo del asiento. Esto es tele, debes evitar que la gente cambie de cadena\""}}Steffens cuenta ya con varios éxitos, pero del que más se ha hablado fuera de Alemania es la serie de espionaje 'Deutschland 83', estrenada antes en EEUU que en su propio país; “una parte de nuestra estrategia de distribución global. Funcionó bien”.

Es raro el que empieza a ver esta serie y no se engancha sin remedio, esté familiarizado o no con la reciente historia alemana. Sus creadores, Jörg y Anna Winger, querían contar esta trama de Guerra Fría desde el punto de vista de un espía de la Alemania del Este. Para la perspectiva de los espías rusos ya está 'The americans', que el matrimonio Winger no quiso ni ver. “No queríamos que nos influyera”, dice Jörg. 

Si 'Deutschland 83 funciona tan bien alrededor del mundo es, entre muchos motivos, por apostar por la tensión sin respiro: “Me gusta la idea de mantener al público siempre al filo de su asiento. Esto es tele, no una película, así que debes evitar que la gente cambie de cadena, o se levante a tomar algo, o se duerma”

ITALIA. UNA NUEVA ESPERANZA

En este país no existe la todopoderosa figura del `'showrunner' –o el creador que, además, controla cada aspecto de una ficción–, porque hasta hace poco los únicos productores, durante más de 20 años consecutivos, eran Mediaset (propiedad de Berlusconi) y RAI, la televisión pública, cuyos líderes eran elegidos sobre todo por Berlusconi también. 

“Los autores se censuraban a ellos mismos porque no tenían libertad para decir ‘no’ a las interferencias de los canales”, explica Stefano Sardo, uno de los tres creadores y productores creativos de la magnífica '1992' (en la foto bajo estas líneas, Canal+ Series Xtra), serie sobre la política italiana de los 90, tan entrelazada con la publicidad y la televisión.

Según Sardo, una experiencia laboral estresante: “No era solo difícil desde un punto de vista creativo. Teníamos un montón de asuntos legales con los que lidiar, porque estábamos usando personajes reales, todavía vivos [Berlusconi, el antiguo senador Marcello Dell’Utri], y haciéndoles hacer cosas que no hicieron realmente, mientras interactúan con nuestros héroes inventados”.

A las dificultades creativas y legales se unieron las políticas: “Éramos la primera serie en Italia que hablaba sobre la carrera política de Berlusconi y, como puede imaginar, esto no puso las cosas fáciles, considerando que la cadena de Berlusconi es todavía la mayor competidora de Sky, nuestro canal”. 

Sky Italia produjo a la vez '1992' y 'Gomorra', la otra gran serie italiana reciente. Osadías como las suyas forman parte de una renovación en la que también podrían jugar un papel importante 'Il giovane papa', dirigida por Paolo Sorrentino, o la anunciada adaptación de la tetralogía de Elena Ferrante 'Dos amigas'. Italia y Europa, casi en general, solo acaban de entrar en el terreno de juego. Esto solo crecerá. 

5 PAÍSES QUE QUIEREN TOMAR EL MANDO

Más allá de los países aquí explorados, han surgido iniciativas sugestivas por todo el continente. Por ejemplo, Bélgica cuenta con la oscura pero cómica (es decir, muy belga) 'Clan' o la apocalíptica 'Cordon'. También están las series lanzadas por HBO Europe en Polonia ('Wataha'), Rumanía ('Umbre'), Hungría ('Aranyélet') y Checoslovaquia ('Horící ker').