'NYT' recoge el "dramático error" que sería no escuchar a Catalunya

El rotativo muestra cómo el separatismo crece entre políticos y empresarios en la "región más poderosa de España"

El reportaje sobre Catalunya, en el 'New York Times'.

El reportaje sobre Catalunya, en el 'New York Times'. / periodico

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La prensa internacional sigue haciéndose eco del fenómeno de la última Diada y trata de explicar a sus lectores el origen de la "fatiga mutua" --como dijo este jueves el presidente Artur Mas-- entre Catalunya y España. Este es el caso de la edición del jueves del <strong>'The New York Times'</strong>, que dedica un espléndido reportaje a partir de multitud de entrevistados de la sociedad catalana para concluir al final del recorrido que sería un "dramático error" que España no escuchara las reivindicaciones de Catalunya.

El primer ejemplo del reportaje es Xavier Carbonell, director ejecutivo de Palex, una empresa que provee de dispositivos médicos, en principio, un empresario que no parecería dispuesto a una confrontación entre su región natal, Catalunya y el Gobierno central de Madrid (ya que el 90% de sus ingresos provienen del resto de España). Sin embargo, en la Diada, el señor Carbonell se unió a cientos de miles de ciudadanos en el centro de Barcelona para pedir la independencia, a pesar de que sus demandas, escribe el diario, podrían perjudicar sus intereses económicos.

Es a partir de esta historia cuando el rotativo entra en materia y explica cómo España se encuentra en primera línea de la crisis de la deuda europea y cómo Catalunya se ha convertido en uno de los "principales retos" para el presidente español, Mariano Rajoy.

Sentimiento dominante

Según 'NYT', Catalunya, que ha pedido un "préstamo de emergencia"  a Madrid de cinco mil millones, sigue dividida sobre si las demandas separatistas deben limitarse a la soberanía fiscal o debe ir más allá de eso. Mirando el ejemplo del señor Carbonell, asegura el periodista, se puede observar cómo el separatismo se ha hecho dominante entre los políticos y líderes empresariales de la "región más poderosa de España, que representa casi una quinta parte de la producción económica del país".

Políticos catalanes reconocen que el impulso separatista no podría haber llegado en un momento más difícil para el señor Rajoy, ya que también se enfrenta a la presión externa para decidir si España debe buscar asistencia financiera adicional Europea a través del nuevo programa de compra de bonos.

"Un gran crisis económica desafortunadamente tiende a sacar a la superficie todo tipo de cuestiones al mismo tiempo", asegura para el rotativo la socialista  Rocío Martínez-Sampere.

Visión positiva del futuro

Para el filósofo Josep Ramoneda, el concepto de independencia catalana sigue estando mal definida, aunque en realidad sea "el único proyecto político real en España en este momento". "En una crisis --añade-- la gente necesita aferrarse a una visión positiva del futuro y no solo preocuparse cada mañana a cuánto está la prima de riesgo".

Según 'The New York Times', Rajoy, por su parte, ha tratado de eludir el "desafío catalán" llamando a la unidad nacional. El martes guardó silencio y, a través de sus ministros, instó a concentrarse para sacar a la economía de la recesión. Una actitud errónea a juicio de muchos, como Jordi Alberich, director general del Cercle d'Economia, que sostiene que solo hace que alimentar en Catalunya el sentimiento de que en Madrid no se preocupa por sus reivindicaciones ni siquiera por los recientes y dolorosos recortes.