El futuro de Catalunya

Carta abierta a Pere Navarro

El PSC debe ponerse del lado de la mayoría de los catalanes y defender el concierto económico

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ORIOL JUNQUERAS

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La situación que vive el país es muy grave. Nuestros conciudadanos sufren diariamente las consecuencias de una crisis de enormes dimensiones. Y, por tanto, merecen y necesitan que hagamos todo lo que esté en nuestras manos para ponerle remedio. En este contexto, se me hace especialmente complicado comprender por qué a la hora de buscar soluciones a la financiación de Catalunya, un partido de izquierdas como el PSC se alinea con las mismas fuerzas políticas que se ha identificado secularmente con la derecha, ya sea la autóctona (ahora abanderada por el señorDuran Lleida) o la sucursalista del PP.

CUANDO PEOR van dadas, cuando estamos viviendo un proceso de degradación del Estado del bienestar sin precedentes, cuando el número de parados en Catalunya va camino de llegar al millón, cuando los catalanes sin ningún tipo de ayuda o prestación ya son más de 200.000, resulta que el PSC pretende abanderar un frente contra el concierto económico, visualizando una notable sintonía con el PP y conDuran Lleida. Hace unos días usted afirmaba que CiU -o al menos CDC- debe elegir entre Esquerra Republicana y el PSC. Para nosotros es un planteamiento claramente erróneo, porque en realidad de lo que se trata es de elegir entre asumir como propia una demanda muy mayoritaria de la sociedad catalana o bien maquillar un sistema de financiación injusto para que todo siga igual. Nos gustaría pensar que el PSC pondrá los intereses de los catalanes por delante de los intereses del PSOE. Sería lógico y deseable. Porque entendemos que el PSC no desea para los catalanes menos de lo que defienden apasionadamente el lendakari socialistaPatxi Lópezo el capitoste del PP en el País Vasco,Antonio Basagaoiti.

Y es queBasagoitiyLópez hacen muy bien en defender el concierto económico, los datos macroecómicos hablan por sí solos. La crisis también golpea los hogares vascos, pero la están resistiendo mucho mejor: mientras la media del paro española amenaza con superar el 25%, los vascos la mantienen por debajo del 12%. Por no hablar de los recursos que pueden destinarse al mantenimiento de una sanidad o una escuela pública de calidad, o las inversiones que se permiten hacer a favor de la economía productiva y de estímulo a los emprendedores. No hay color.

Vascos y navarros pueden hacer todo esto porque se han dotado de una financiación responsable. Ellos son los que recaudan y gestionan todos sus impuestos y ellos son los que deciden en qué, cómo y cuándo se los gastan. Es un sistema basado en la responsabilidad y en el rigor que exige disponer, al mismo tiempo, de la caja y de la llave de la caja, tal como hace cualquier familia. Aquí, en cambio, sufrimos desde hace décadas un expolio fiscal que hipoteca nuestro futuro y agudiza la crisis en la coyuntura actual. Es Madrid quien recauda los impuestos y quien decide qué hace con ellos, condenándonos a la más absoluta dependencia. Y si a eso le sumamos que nuestros recursos -los que produce con mucho trabajo y sacrificio nuestra sociedad- los han destinado a sufragar, a todas luces, inversiones irracionales y a salvar bancos arruinados por la irresponsabilidad de los políticos españoles, la conclusión de que necesitamos tomar el control de nuestro futuro es irrefutable. También lo es porque los gobiernos españoles no ofrecen ningún síntoma plausible de propósito de enmienda. Ninguno.

Por tanto, animo al PSC a cambiar de rumbo. Es vital. Debe hacerlo poniéndose al lado de lo que quieren los catalanes, como la mayoría de sus votantes que en todas las encuestas se muestran favorables a un modelo como el de Euskadi y Navarra. El PSC, como formación de izquierdas, tiene el deber y la obligación de cerrar filas con la gente y defender las soluciones reales y eficaces que permitirán dotar de un profundo contenido social a nuestras políticas públicas mediante la gestión de nuestros propios recursos. Este es el PSC que necesita el país y el PSC al que tendemos sinceramente la mano. Un PSC que evidencie dónde quiere ir, que ha aprendido la lección de los múltiples intentos fallidos de mejorar el sistema de financiación, que siempre nos han dejado en manos de la voluntad de unos gobiernos españoles que han incumplido sistemáticamente todos sus compromisos.

SI EN PLENA crisis económica el PSC opta por empujar hacia una alianza con la derecha más reaccionaria de Europa, posiblemente perderemos una oportunidad histórica de dar un paso adelante. Es precisamente por la crisis -ante la tentación de utilizar la crisis como excusa para cerrar el paso a cualquier cambio, tal y como han apuntado PP, PSOE oDuran Lleida-

que necesitamos disponer de nuestros recursos, como bien defiende, con ejemplaridad, la UGT de Catalunya. Necesitamos salir de este callejón sin salida y necesitamos hacerlo ahora. Y para salir de ello, necesitamos las mejores herramientas, como el concierto económico. Es la hora de ser valientes y hacer frente a la crisis. Presidente de ERC.