los preparativos de la ronda española

La Vuelta 2014 quiere ser la mejor del siglo

La prueba empieza mañana en Jerez con un cartel de figuras espectacular

SERGI
LÓPEZ-EGEA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Aprieta el calor en Jerez. Sudan hasta los árboles. Purito Rodríguez, que quiere ganar la Vuelta, y Alejandro Valverde, con el mismo deseo, llevan pantalón largo. Aparece Alberto Contador, de corto, para que se vea la herida, dos vendas compresoras azules, rodilla derecha, la que se accidentó en el Tour, la que le mandó a casa. Les cuenta, antes de un acto promocional de TVE, a sus dos oponentes españoles las dudas que tuvo, la recuperación que ha hecho, la lesión que sufrió. Purito y Valverde solo lo escuchan. ¿Está bien? Contador exterioriza dudas y las expone a sus enemigos. ¿Táctica o realidad? Mañana empieza la Vuelta y el comportamiento del ciclista madrileño en carrera será uno de los principales alicientes de la prueba.

La Vuelta 2014 está llamada a ser la mejor del siglo XXI; sin duda, el mejor cartel de al menos los últimos 18 años, desde que Miguel Induráin se apuntó a la prueba, por allá 1996, la ronda española de su abandono, el principio del fin, su retirada a las puertas de Covadonga, la antesala al fin de su reinado. Sin embargo, este año nadie se plantea el adiós, solo un duelo al sol andaluz, en las cumbres aragonesas (Valdelinares) y navarras (San Miguel de Aralar), antes de que Asturias, León y Galicia sentencien con la mejor montaña; una Vuelta en la que si se exceptúa a Vincenzo Nibali, el ganador del Tour, están todos, lo mejor, lo más florido, lo más laureado, el dream team del pelotón mundial.

La Vuelta, tantas y tantas veces castigada en el mes de septiembre, ha tenido en este 2014 la suerte de cara porque ha acogido en su seno a los caídos en combate; los del Giro, encabezados por Purito Rodríguez, y los del Tour, esa carrera que estaba llamada a ser un duelo entre Chris Froome y Contador. En Francia se cayeron los dos, y desde mañana, en tierras gaditanas, comenzarán a revivir aquello que nunca se sabrá lo que habría ocurrido en una grande boucle en que por vez primera tras 101 ediciones los dos máximos favoritos tuvieron que abandonar.

Y con ellos el podio del Giro al completo (Nairo Quintana, a la cabeza, seguido por Rigoberto Urán y Fabio Aru) con jóvenes que quieren reivindicarse para demostrar que hay cantera española (Mikel Landa), ganadores del Tour como Cadel Evans, glorias que resisten el paso del tiempo (Samuel Sánchez) y delfines franceses (Thibaut Pinot y Warren Barguil) y hasta cuarentones que desean repetir victoria, como Chris Horner, el ganador del 2013, 43 años en octubre. Una contrarreloj por equipos abre mañana la fiesta. ¿Quién ganará? «Es una Vuelta tan espectacular que hasta resulta difícil acertar no solo el ganador, sino la composición del podio. Hay tanto ciclista bueno que, la verdad, alguno hasta se podría haber quedado en casa», según el comentario, con su típica ironía de Purito, otro aspirante, en un año en el que la prueba no pasará por sus territorios catalanes y andorranos.

LAS EXPLICACIONES / «La mejor noticia es que puedo estar aquí porque hace tres semanas ni me lo podía imaginar. Voy a ir día a día, pero tengo curiosidad en saber cómo me responderá la rodilla en competición. Quiero comprobar mi nivel porque en esta Vuelta hay una calidad impresionante», explicó Contador, prudente, como el que más.

«La prueba de que a la semana de acabar el Tour gané la Clásica de San Sebastián demuestra que me he podido recuperar del desgaste de Francia. La verdad es que la Vuelta es la carrera donde disfruto verdaderamente de la bici. En mi equipo, el Movistar, el objetivo es ganar y para ello contamos también con Quintana», comentó Valverde. Ayer los tres principales ciclistas españoles se explicaron, aunque pudieron no contar todo lo que saben. Hay que esconder las cartas y hasta mostrar rodillas. Quedan por delante más de 3.000 kilómetros y una cuarentena de puertos. Queda la Vuelta.