COPA DEL REY

Victoria sin alardes del Madrid en Melilla (0-4)

Solari se estrena como interino en el banquillo con Vinicius como estrella, a falta del gol, en un partido poco brillante

afp 1ah2xf

afp 1ah2xf / periodico

Alejandro García

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Todo el Real Madrid empezó incómodo en Melilla, fuera de sitio, todo salvo Vinicius, que debía sentirse como un fin de semana más con el Castilla, entre taconazos y rabonas en un campo de Segunda División B, todavía lejos de los grandes escenarios. Con más oficio que brillantez, el Madrid sufrió en el inicio de cada parte y resolvió, lejos de ser un vendaval, en el final de cada periodo.

La alineación fue tan de gala como merecía la crisis del equipo, con las rotaciones justas para dar cabida a Vinicius y algunos poco habituales. Navas regresó a la portería y Ramos, ejerciendo como un cacique, no quiso ausentarse en el primer envite de Solari, pero fue al canterano Javi Sánchez al que le tocó lidiar con la potencia Yacine, que se marchó fundido antes del minuto 70.

Solari quiso construir a partir de un medio centro complementario, con Llorente y Ceballos. A partir de ahí, la idea era que la amplitud de Vinicius y Lucas Vázquez por las bandas dejaran una libertad de espacios por el centro para que Asensio y Benzema pasearan felices como un matrimonio consolidado, con apariciones ocasionales de Ceballos como un amante furtivo.

La realidad no fue tan idílica, el Melilla torpedeó el juego de un Real Madrid que no disfrutó de un momento confortable hasta que sobrevivió al impulso inicial del Melilla, que duró 15 minutos y le reportó una ocasión. A partir de ahí el dominio blanco llevó el centro de gravedad del partido al área local.

Benzema vuelve a marcar

Lucas Vázquez, poco acertado pero participativo, propició varias jugadas frustradas con el balón en los pies. Con la ayuda de Odriozola, fabricó el espacio para una jugada clarísima que Benzema no desaprovechó para inaugurar la era Solari con un gol para atenuar los fantasmas más recientes.

El Melilla, valiente, no rehuyó batallar por el partido pese a lo complicado de la gesta, más sin haber aprovechado el ataque inicial. Asumió los riesgos a los que exponía, la intensa lluvia fue haciendo el césped tan pesado como las piernas de los jugadores melillenses y los espacios aparecieron para todos, pero Vinicius siguió siendo el mejor. El brasileño le regaló el 2-0 a Lucas al filo del descanso, pero fue Asensio, ya en el descuento, el que no perdonó tras otro pase del brasileño.

Partido resuelto

Solari quitó al descanso a Ramos y Benzema, y el equipo asumió el mensaje de que el partido estaba resulto, pero el Melilla no pensaba lo mismo. La motivación de los locales inquietó a un Madrid impreciso, que no se acercó a la sentencia de la eliminatoria hasta, como en la primera parte, se sobrepasó el cuarto de hora inicial.

La tuvieron Ceballos o Asensio, y Vinicius estrelló en el larguero un gran disparo, pero era el día de los pases del brasileño. Un taconazo suyo, con suavidad, como acompañando el balón, aclaró una jugada embarullada para un disparo claro de Ceballos, cuyo rechace, peleado por el brasileño, terminó en gol de Odriozola. Ya en el descuento, el debutante Cristo remató de cabeza las opciones del Melilla.

Con una victoria válida, sin alardes, Solari apaciguó las turbulentas aguas por las que navega el Madrid a la espera de que vuelva la Liga, a más de un mes de recibir al Melilla en el Bernabéu en la vuelta.

Ficha del partido

<strong><span style="font-size: 1.6rem;">UD MELILLA       0</span></strong>