Francia derrota a Uruguay (0-2) y se convierte en el primer semifinalista del Mundial

Francia se convirtió en el primer semifinalista del Mundial de Rusia con un partido serio y práctico en el que no necesitó ninguna exhibición de sus estrellas. Los ‘bleus’ se mostraron sólidos y aprovecharon los regalos de Uruguay, una selección especialista en competir que este viernes no tuvo un buen día (0-2).

Una concesión a balón parado aprovechada por Varane y un error tremendo del meta Muslera en un tiro de Griezmann enviaron a la calle a Luis Suárez en el duelo de Nizhni Novgorod. Los hombres de Didier Deschamps estarán presentes el próximo martes en la primera semifinal en San Petersburgo.

Súarez, desaparecido

Apenas se vio a Suárez en una cita de altura que requería de su mejor versión para aspirar a algo, especialmente por la baja final de Edinson Cavani. No pudo recuperarse a tiempo el delantero del PSG, que se lastimó en el encuentro contra Portugal de octavos.

No hay milagros en las lesiones musculares, especialmente en una zona tan delicada como el gemelo. El 'Matador' se quedó en el banquillo, ansioso por ayudar a unos compañeros que echaron en falta su intimidación. Sin Cavani Francia vivió más relajada. Uruguay fue menos fiero.

Eficacia francesa

Los galos volvieron a demostrar que son una selección durísima. Tiene Francia jugadores para desplegar un fútbol atractivo y protagonizar actuaciones como la de Mbappé ante Argentina, pero también futbolistas infranqueables a los que es complicadísimo superar. Los ‘bleus’, además, están mostrando un porcentaje de acierto descomunal en el torneo. Basta un dato: han marcado seis goles en sus seis últimos remates a puerta.

Muslera se disfrazó de Karius y condenó a su selección al 'zamparse' un tiro sin peligro de Griezmann

Uruguay no defraudó con su puesta en escena. Agresivo, concentrado y perfectamente colocado sobre el terreno de juego, la selección charrúa inició el choque exhibiendo sus señas de identidad. El mejor ejemplo fueron un par de tarascadas de Stuani sobre Lucas Hernández. El delantero del Girona fue el elegido para suplir a Cavani, con quien se mantuvo el misterio hasta el último instante.

El lateral zurdo Laxalt se pegó como una lapa a Mbappé, al que acompañó en todas sus acciones. Un cabezazo inocente del joven astro del PSG fue la primera aportación ofensiva de los ‘bleus’, que optaron por no desquiciarse. Deschamps, un técnico situado más cerca del lado conservador y pragmático que del espectáculo, planteó el choque con inteligencia, dispuesto a esperar su momento, sin caer en la trampa sudamericana.

Parada de Lloris

Con ese duelo táctico sobre el tablero fueron pasando los minutos a la espera de algún error o jugada afortunada a balón parado. Un tiro de Vecino permitió ver por primera vez a Lloris (m. 35), que después protagonizaría una parada capital.

El plan del preparador francés encontró el aliado perfecto con el tanto de Varane. El central del Madrid cabeceó una falta lanzada por Griezmann (m. 40) anticipándose a Stuani y Cáceres. Poco después, el mismo Cáceres acarició el empate, pero su testarazo lo desvió milagrosamente Lloris (m. 43) y Godín se precipitó en el rechace.

Sin antídoto

Sin hacer nada del otro mundo, como ha ocurrido en casi todo el campeonato, Francia se encontró con ese tanto que le permitió encarar el choque con más calma. Por primera vez en el torneo Uruguay se veía por debajo. El cerrojo de Muslera había saltado por los aires y tocaba buscar soluciones.

¿Estaría preparada Uruguay para llevar la iniciativa y desarbolar a un adversario tan físico? El desarrollo del partido acabaría exhibiendo las carencias celestes. El Maestro Tabárez no encontró el antídoto y se despidió de su cuarto Mundial con 71 años. Tampoco tenía excesivos mimbres para revolucionar el choque.

Error descomunal

Los uruguayos son mucho más felices defendiendo su renta que por detrás en el marcador. Les cuesta generar. Jamás sufrió Francia, que acabó de certificar el triunfo con un afortunado tanto de Griezmann. Un disparo lejano del jugador del Atlético sin aparente peligro sorprendió a Muslera, que se puso el disfraz de Karius, el guardameta del Liverpool, para aniquilar por completo a su selección.

Quedaba media hora por delante, pero Uruguay no tuvo ninguna capacidad de reacción. El centro del campo francés, comandado por el eficiente Kanté y un entonado Pogba, se adueñó del pulso. Los galos ni siquiera necesitaron las galopadas de Mbappé, que brilló más en las trifulcas que por sus acciones de mérito, mientras Griezmann se llevó el MVP de un partido que se recordará siempre por el fallo de Muslera.