La lucha por el título de la NBA

El último reto de Gasol

Los Lakers se enfrentan esta madrugada a los Celtics en el desempate por el anillo de campeón

Kobe Bryant intenta a lanzar a canasta ante la oposición de Kevin Garnett y con Pau Gasol detrás.

Kobe Bryant intenta a lanzar a canasta ante la oposición de Kevin Garnett y con Pau Gasol detrás.

LUIS Mendiola

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Pau Gasol vuelve a estar a las puertas de otro hito espectacular en su carrera: el segundo anillo de la NBA, una conquista al alcance solo de un puñado de elegidos. En la madrugada de hoy (03.00, Canal +), el séptimo partido de la final entre los Lakers y los Celtics coronará finalmente a un campeón. Esa es la frontera que delimitará el cielo y el infierno. La frontera entre el ganador y el perdedor.

Para la NBA supone el final perfecto a un enfrentamiento que ha dejado momentos brillantes y también bajones anímicos en los dos bandos. Supondrá un momento único. Todo se resolverá hoy con una última mano. No habrá más cartas marcadas que la ventaja de pista que los Lakers se ganaron durante el año. Pero eso es lo que les permitió salvar ayer el primer match-ball e igualar la serie al mejor de siete para jugarse el título en el Staples Center.

Camino de los 30 años, que cumplirá en julio, el pívot barcelonés es consciente del momento único que le toca vivir. «Llegar hasta donde hemos llegado es muy difícil y tener la oportunidad de pelear por el título aún más. Es algo por lo que todos luchan y que muy pocos consiguen. Así que ganar este título en casa será un sueño, jugarlo y perderlo sería una catástrofe», admitió ayer, más comprometido que nunca con el reto que se le plantea.

AL LÍMITE / El jugador barcelonés llega al límite de sus fuerzas. Después de estos play-off, sus piernas acumularán 90 partidos. Pero eso, asegura, no cuenta a estas alturas, una reflexión que compartió el técnico de los Lakers, Phil Jackson. «Para este partido ya no te fijas en los problemas físicos o en las lesiones. Y muchas veces ya no se trata del entrenador. Casi todo depende ya de los jugadores. De su voluntad de marcar su destino y de aportar toda la energía que puedan aportar», apuntó el Maestro Zen. Gasol también se apuntó al discurso del compromiso: «Me encuentro bien. Ha sido una temporada muy larga, pero prácticamente no pienso en el físico. Das todo lo que tienes y vas a morir hasta el final para conseguir el éxito».

Gasol no es el único que llegará con poca gasolina al séptimo encuentro. Lo mismo puede decirse de sus compañeros en los Lakers. Y también de la plantilla de los Celtics. Hasido una final muy exigente para los dos eternos rivales.

En la larga batalla física que han sostenido en el camino, los dos equipos han acumulado bajas. Andrew Bynum lleva a rastras una lesión en la rodilla derecha que le ha mantenido renqueante en la mayoría de los partidos. Y en el sexto duelo, el pívot de los Celtics Kendrick Perkins sufrió una lesión en los ligamentos de la rodilla derecha que le hizo abandonar el partido y que mantendrá en el aire su presencia hasta el último momento.

AL MÁXIMO NIVEL / «Será duro para los dos», advirtió ayer el técnico de Boston, Doc Rivers, decidido todavía a aprovechar uno de las dos oportunidades que su equipo se ganó en su cancha. En ese pronóstico coincidió también con Jackson. «Es una situación de máxima exigencia», admitió el preparador de los Lakers, con 10 anillos de campeón en su palmarés, pero que nunca ha afrontado un séptimo partido en su carrera.

EL RETO DE BRYANT / «Es un partido a vida o muerte. Pero es una situación en la que hemos estado antes», comentó, por su parte, la estrella de los Lakers, Kobe Bryant, que tampoco ha disputado nunca un séptimo partido por el título y que, en esta final, aspira a su quinto anillo, lo que le situaría a uno solo del legendario Michael Jordan.

Los responsables de la NBA no podían soñar con un escenario más propicio que, posiblemente, llevará a un nuevo récord de audiencia. Es la tercera vez en 21 años que la NBA tiene que resolverse en el séptimo partido. La última fue en el 2004 con los Houston Rockets imponiéndose a los Detroit Pistons.