Con Mourinho todo el año es carnaval

Días de carnaval en Londres para despedir oficiosamente el verano coincidiendo con la tercera jornada de la Premier.  A ver si el desmadre caribeño y africano de las calles de Notting Hill se traslada al ambiente futbolístico. Pondré de mi parte. Asistiré al Fulham-Burnley rebozado de plumas y lentejuelas y veré todo el partido de pie moviendo las caderas.

Hugo Lloris, portero francés del Tottenham, también tiene fondo carnavalesco, pero ha decidido celebrarlo antes de hora y haciendo lo que no tocaba: conducir tras haber empinado el codo. El cancerbero fue llevado a la comisaria de Charing Cross, donde estuvo encerrado en una celda durante siete horas y ahora deberá comparecer ante la justicia el próximo 11 de septiembre. Si alguien quería invitarlo a la Diada que no cuente con él. Está por ver qué hará su entrenador, Pochettino, el lunes cuando decida la alineación contra el Manchester United .

Los de Mourinho, por su parte, parecen decididos a convertir el tango de Julio de Caro, 'Todo el año es Carnaval', en la banda sonora de la temporada. “La vida sin garufa es cementerio”, dice la canción. Tras la derrota de la semana pasada ya se escuchó el nombre de Zinedine Zidane para sustituir al portugués. “Esta vida es un fandango y una vez hay que morir…te pones otro disfraz”, continúa la canción.

Baile de máscaras

El Chelsea, que ha empezado bien la temporada, anda pendiente del Real Madrid y de los días que faltan para que pueda confirmarse que Eden Hazard se queda en el equipo. La ventana española de fichajes cierra el 31 de agosto. Sarri no quiere convertir su vestuario en un baile de máscaras con la liga ya empezada.

La rúa del City ha sumado una nueva baja. La lesión del portero suplente, Claudio Bravo, fuera de combate por unos meses, no significa que vaya a apagarse la música que sigue sonando fuerte, pero deja al equipo sin garantías en la portería, en el caso que Ederson sufriera algún percance. Guardiola dice entender las reglas que impiden fichar fuera de los plazos estipulados, pero ha mandado un recadito a la Premier League para hacerles ver que debieran hacer una excepción en el caso de los porteros.

La dimensión especulativa

Los disfraces, en un sentido absolutamente literal, también protagonizarán el Watford-Crystal Palace. Volverán a verse las caras Wilfried Zaha, jugador del Palace, y Harry el Avispón, la mascota del Watford. Tuvieron un encontronazo hace dos años cuando el árbitro expulsó a Zaha por simular una caída. Cuando éste abandonaba el campo, la mascota reprodujo su piscinazo para delirio del público y enfado del jugador. La anécdota, lejos de olvidarse, ha marcado la previa de este partido con peticiones expresas de buen comportamiento al Avispón. Será carnaval, pero no todo está permitido.

La última mascarada es la referida al dinero y la protagonizan, quienes si no, los jeques. La calderilla de los países del petróleo sirve igual para comprar barrios enteros de Londres como clubes de futbol. El primo del dueño del City, Sheik Mansour, habría puesto encima de la mesa 2.000 millones de libras para comprar el Liverpool.  Teniendo en cuenta que los actuales propietarios, que rechazaron la oferta, adquirieron el club por 300 millones en el 2010 es fácil observar la dimensión especulativa del futbol. Con cifras como esta, ¿cómo no va a ser carnaval todo el año?. Canten conmigo: muchachos esta noche la corremos, del brazo del placer y la alegría.