Una final marcada por una ausencia

El título en la cabeza y Villa en el corazón

El Barça intenta superar la lesión del 'Guaje' y se vuelca en frenar al Santos de Neymar para alzar su segundo Mundial

JOAN DOMÈNECH

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Visten de blanco, como el Al Sadd, pero se acercan más al blanco del penúltimo rival al que se enfrentaron, el Madrid. No solo por el nivel futbolístico, sino por la trascendencia que tendrá el partido -un título, el de campeón del mundo- y, también, por Neymar un delantero atrevido, algo vacilón -la imagen del Santos-, que le sitúa en la esfera de Cristiano Ronaldo. El portugués nunca ha sido un rival sobre quien el Barça focalizara su estrategia defensiva, aunque siempre ha sabido anularle. El gol de la Copa del Rey y ningún rastro de vida más ha dejado.

Quien ha dejado rastro en el vestuario del Barça es David Villa. Desde el primer día que llegó y el último en el que se marchó de Japón, ayer, en un avión de vuelta a Barcelona con una grave lesión en la tibia izquierda que le dejará fuera de combate no menos de cuatro meses. El delantero quedó ayer ingresado en la clínica Quirón para ser operado del percance que le apartó de la final ante el Santos con la esperanza de recuperarse a tiempo para otra final: la de la Champions. El rival de los octavos será el Bayer Leverkusen.

PENDIENTES DE LAS CAMISETAS / El recuerdo de Villa está muy presente en Yokohama. En el ánimo de sus compañeros y en un mensaje en unas camisetas que quieren lucir. Al igual que sucedió con Tito Vilanova antes del encuentro ante el Milan, el club hacía gestiones ante la FIFA para que el equipo pueda proclamar al mundo entero su apoyo al jugador. Antes del partido o después, si logran vencer al Santos de Neymar.

Puyol y Piqué tienen tomada la medida a Cristiano. También Mascherano. Ahora a los tres centrales les aguarda un reto. Uno más: frenar a Neymar, 19 años de osadía y técnica depurada. La estrella del Santos ha contado que, entre otras razones, deseaba enfrentarse al Barça porque en el videojuego de la PSP 3 elige a Puyol en su equipo titular. El domingo quiere comprobar si las prestaciones del capitán del Barça son iguales a las de la pantalla.

EL RIVAL DE LA PSP 3 / Sobre Neymar convergen todas las miradas, como si el Santos se redujera a un hombre. «Mediático o no, es un gran jugador que marca diferencias porque es muy bueno en el regate, lo que complica su marcaje», explicó Puyol, que mide más a los rivales por las complicaciones que le crean que por el número de portadas que acumulan. Si fuera por eso, Cristiano habría sembrado el terror en el Barça.

Más o menos lo mismo que pensaba Javier Mascherano. «El poderío del Santos está en el ataque. Tiene un jugador de 19 años como es Neymar que ya es conocido en el mundo entero y por el que todos los grandes clubs se pelean», comentó el argentino, sin dejarse obnubilar por el fulgor de la cresta mohicana del brasileño. AlJefecitole merecían el mismo respeto futbolistas menos reconocidos como Ganso, Elano o los defensas Edu Dracena y Leo. Viejos conocidos todos de Adriano, la mayoría compañeros de la selección brasileña. El bigoleador de la semifinal no sueña con lograr la Bota de Oro al máximo realizador del torneo. «Prefiero el título del Mundial», dijo.

ENTRE TOKIO Y YOKOHAMA / Como todos sus compañeros, que ayer se desperdigaron entre Tokio y Yokohama después de que se marchara Villa -a las 7 de la mañana en una silla de ruedas con la pierna inmovilizada-, porque Guardiola concedió otro día de fiesta. Los titulares descansaron con una visita al gimnasio y una sesión de aguas. Alexis sufre una sobrecarga en el aductor.

«Villa fue la peor noticia del partido, pero el equipo ha superado muchas cosas por la unión, la fuerza del grupo y el compañerismo», afirmó Pedro, que también echaba de menos a Vilanova. «Villa estaba muy entero. No tiene que demostrar nada y me sorprendió que ya preguntara qué podía hacer para volver cuanto antes», explicó Sandro Rosell.

EL SUSTITUTO EN CASA / Andoni Zubizarreta cerró de golpes los dos debates abiertos. Primero, el del origen de la lesión. «Yo tuve una fisura de estrés y seguí jugando sin romperme. No existe una ley en las lesiones, es un gaje del oficio de futbolistas», recordó, antes de negar que el club se plantee fichar un delantero: «Como hemos demostrado, primero miraremos en casa».