Sangre culé en la costa de China

Dialoga en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí con Joaquim Hernández, el padre del exazulgrana Xavi, y Rodrigo Messi, el hermano mayor de Leo, antes de atender a este diario en una semana atípica. Óscar Céspedes (Santa Coloma de Gramenet, 1978) se encuentra en Catalunya para dirigir a su equipo chino en el MIC, el mejor torneo internacional de fútbol base del mundo.

Después de pasar cuatro años al frente de la Escola del Barça, el exjugador lleva 15 meses en el gigante asiático. El dueño del Huanghai se enamoró de su fútbol y le escogió para trasladar a la federación oriental los valores del club azulgrana. Óscar está encantado. Después de media vida en el Barça cuenta su particular historia. 

OFERTA IRRECHAZABLE

Todo empezó a finales del 2015. "Yo era responsable de tecnificación de la Escola FCB y fui a China, como hacía mil viajes por el mundo. La idea era elegir a los entrenadores chinos de la Escola. Jugamos una pachanga y me hicieron una oferta irrechazable, en principio como jugador".

El propietario del Huanghai se enamoró del juego del mediocentro, pero la situación dio un giro inesperado. "Solo había tres plazas para extranjeros y al final me propusieron llevar el fútbol base. Yo ya tenía una experiencia de cuatro años en la Escola y antes había estado una década en la cantera del Barça. Casi media vida", explica Céspedes. 

El técnico coincidió en las categorías inferiores azulgranas con Xavi, Puyol, Gabri o Gerard López. Aún se ven de vez en cuando en alguna comida cuando coinciden en Barcelona. Céspedes también jugó en el Espanyol B con Tamudo, De Lucas o Soldevilla. Y en una decena de clubs de Segunda B por toda España (Algeciras, Motril, Girona, Barbastro, Rayo Vallecano B, Grama, Ferrol…). 

250 NIÑOS

¿En qué consiste el día a día del exjugador en China? "Por la mañana hacemos formación para los entrenadores chinos. Están a años luz de Europa. Por la tarde entrenamos. Conmigo están cinco técnicos españoles más. Yo superviso todo".

Céspedes trabaja con 250 niños de 9 a 15 años, a los que hay que sumar los dos equipos del club, que cuenta con chicos de 16 a 18 años. "Es un orgullo aplicar lo que he vivido en el Barça. Esos valores, esa metodología, esa identidad. Los chinos están abiertos a aprender, son muy receptivos. Saben que vienes del Barça y alucinan. Tienen en la cabeza a Messi y el juego del equipo de Guardiola. Solo con eso ya tienes ganada su admiración".

VINYALS Y VERDÚ

Céspedes estaba apurando sus últimos días de futbolista en el Martinenc de Tercera cuando llegó esa llamada de China. Ahí mataba el gusanillo del fútbol pero ya sabía que su futuro estaba en la Escola del Barça. Ahora su carrera pasa por dos palabras: Huanghai y Qingdao, ciudad china costera de nueve millones de habitantes. El primer equipo, dirigido por Jordi Vinyals, cuenta con  Verdú en sus filas. 

"Es un orgullo aplicar lo que he vivido en el Barça. Esos valores, esa metodología, esa identidad. Los chinos están abiertos a aprender. Saben que vienes del Barça y alucinan. Tienen en la cabeza a Messi y Guardiola»

"El Barça sería el Huanghai y la federación catalana sería Qingdao. El proyecto es ilusionante, pero requiere mucho trabajo. Hay que cambiar todo", afirma Céspedes, que elogia al propietario del club. "Le apasiona el fútbol. Estoy muy a gusto con él. La ciudad también me encanta. Es una colonia alemana con playa, clima parecido al de Barcelona y comida variada".

CONTRATO HASTA EL 2021

Óscar dejó a su mujer y sus dos hijas en Terrassa, ciudad en la que vive ahora. De ahí también su amistad con Xavi y su padre. Ellas también le han visitado en China, donde tiene contrato hasta el 2021. Esta semana se encuentra en el MIC. Debutó en L’Estartit. El objetivo es aprender y vivir una experiencia nueva. Sabe que el nivel chino aún está lejos del europeo pero es optimista.

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"El fútbol no es el deporte número uno en China. Allí mandan el tenis de mesa, el bádminton y el baloncesto. Lo del ping pong es un escándalo, pero están invirtiendo mucho en fútbol. Solo por población es un país que tiene que progresar", dice Céspedes, que destaca los esfuerzos de la Superliga para atraer estrellas. "Mucho ojo, en cuatro o cinco años va a ser un campeonato espectacular. Hay mucho dinero, ya han captado a grandes jugadores que estaban en clubs importantes de Europa. Van muy en serio".

MEJORAR LA ESTRUCTURA

El exjugador catalán lamenta un aspecto negativo a la hora de progresar. En las categorías inferiores de China no existe la competición. "Es algo que queremos cambiar. Si no compites cada semana no avanzas. Falta estructura, entrenar mejor, una metodología nueva. Esa es nuestra labor. Aplicar los valores del Barça, lo que a mí me enseñaron de los 10 a los 20 años", resume Céspedes.

El próximo lunes volverá a China. Le esperan 30 horas de viaje, con escala en Moscú. En Qingdao también hay sangre culé.