Muere Nil Bohigas, el alpinista sin límites

Destaca su ascensión al Annapurna Central en 1984, con Enric Lucas, el descenso en parapente del Everest y la llegada al Polo Norte en solitario en 1991

NIL BOHIGAS

NIL BOHIGAS / periodico

JORDI TIÓ / BARCELONA

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No solo fue un revolucionario de la montaña. También fue un aventurero en toda su dimensión porque Nil Bohigas era un apasionado de los grandes retos, como en su día lo fueron los pioneros que se atrevieron con los ochomiles del Himalaya o las gélidas y desérticas tierras polares. Allí donde había aventura, allí estaba Bohigas, fallecido a los 58 años por causas que no han trascendido. El montañismo catalán pierde a una figura legendaria que brilló con luz propia en la década de los 80 y 90, con gestas que siguen aún vigentes por su grado de dificultad e innovación. Y es que Bohigas hizo cosas con las que hasta entonces nadie se había atrevido.

Destaca, entre ellas, la ascensión por la cara sur del Annapurna Central (8.051 metros) junto a su inseparable compañero de cordada en aquellos tiempos, Enric Lucas. Ambos permanecieron siete días en la pared, abriendo la vía al más puro estilo alpino, toda una revolución en la época en el Himalaya. Nadie más hasta hoy ha vuelto a repetir aquella ruta, tan difícil y emblemática como lo pueda ser la Magic Line en el K2, el Pilar Oeste del Makalu o la pared del Rupal del Nanga Parbat. "Nos fuimos a la pared sin saber por dónde subiríamos", explicaba el propio Bohigas a 'Desnivel' en el 2009.

PRECURSOS DEL PARAPENTE

También coronó la cima más alta de la tierra, el Everest (8.848 metros), después de dos intentos fallidos en 1983 y 1985. En este último, fue formando parte de la expedición catalana que hizo cumbre en el techo del mundo, con Toni Sors, Òscar Cadiach Carles Vallès como grandes protagonistas. Bohigas, que también aspiraban a subir, vio truncada entonces su gran ilusión. Pero la montaña le concedió otra oportunidad. Fue en 1988 y la aprovechó a lo grande porque memorable fue el descenso: nada menos que en parapente, modalidad de la que fue uno de sus grandes precursores. Bajó hasta los 7.330 metros, desplegó su paracaídas y voló hasta el campo base.

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Bohigas, que forjó su pasión por la escalada primero en Montserrat, pasando por el Pirineo hasta llegar a los Alpes, fue también un destacado aventurero polar. En 1991, se convirtió en el primer español en alcanzar en solitario el Polo Norte magnético tras recorrer 800 kilómetros en una travesía de 78 días. Un año más tarde, inició otra travesía para llegar, esta vez, al Polo Norte geográfico, pero tuvo que retirarse a 70 kilómetros del objetivo debido a un gran canal de agua abierto en el hielo que no pudo cruzar.

PRECURSOR DE LAS CARRERAS DE MONTAÑA

Desde el 2000, se dedicaba a organizar carreras de montaña a través de su empresa No Limit, convirtiéndose también en su día en uno de los precursores de esta modalidad, ahora tan popular y extendida. "Una referencia para todos. Bohigas (con Lucas) revolucionario el estilo alpino en el Himalaya y fue uno de los primeros en organizar carreras de trail", destacaba Kilian Jornet en un tuit.